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Los candidatos franceses se enfrentan en el único debate televisado, considerado como uno de los elementos claves para la segunda vuelta
03 may 2012 . Actualizado a las 12:33 h.El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el socialista Francois Hollande, favorito en las encuestas, mantienen un debate televisado de cara a la segunda ronda de las elecciones presidenciales que se celebrará el próximo domingo.
El candidato socialista ha asegurado en el debate que pretende ser el presidente «de la unión» de los franceses y que considera que así «volverá la confianza en el país». Sarkozy ha dicho por su parte que espera que al final del debate los electores tengan una idea clara y que puedan decidir sobre cuál será su voto el próximo domingo. El presidente-candidato aseguró que en esta elección «Francia no puede equivocarse». Sarkozy se jactó de que no hubo violencia durante su presidencia, como «prueba de espíritu de unidad».
Tras ello acusó a Hollande de no poder ser un unificador, por no haber denunciado los insultos proferidos contra él por partidarios del socialista. «Cuando se me comparó con Franco, Laval, Pétain, y por qué no con Hitler, usted no dijo ni una palabra. Cuando (la dirigente socialista Martine) Aubry me trata de Madoff, 183 años de prisión», no dijo nada, afirmó Sarkozy. «Señor Sarkozy, a usted le será difícil pasar por una víctima», le respondió Hollande.
«Francia no puede equivocarse», dice Sarkozy
Los dos aspirantes pusieron a Alemania como referencia en materia económica. Ambos, sin embargo, se reprocharon mutuamente citar de manera interesada el comportamiento del país vecino como ejemplo de lo que pretenden hacer en Francia.
Sarkozy acusó a Hollande de aludir al ejemplo alemán como solución a los problemas de competitividad de Francia y de rechazar al mismo tiempo medidas que el conservador propone inspiradas en las aplicadas en Alemania.
El debate se tensó durante unos momentos cuando entre ambos surgió la acusación de mentir -lanzada por Sarkozy- a propósito de los índices de crecimiento económico de Francia en comparación con los de otros países industrializados. «Siempre tiene usted en la cabeza la palabra mentira», dijo Hollande frente a los reproches de Sarkozy en el comienzo de un debate en el que ambos intentaban quitarse la palabra para defender sus argumentos, pese a los esfuerzos de los moderadores por reconducir el programa. Hollande le recordó a Sarkozy que los datos de Francia han sido en los últimos años menos favorables que los de Alemania o los de Estados Unidos.
Sarkozy llega a esta cita, según el sondeo diario realizado por el instituto demoscópico Ifop-Fiducial para la revista Paris Match, con el 47 % de las intenciones de voto, medio punto más que un día anterior, mientras que Hollande, que se mantiene como favorito, acapararía el 53 %, medio punto menos.
Frente a los datos reflejados por algunas encuestas, según las cuales el encuentro de esta noche no va a ser determinante de cara a la segunda ronda de este domingo, la ultraderechista Marine Le Pen, líder del Frente Nacional, auguró hoy que sí puede conllevar sorpresas.«Creo que este debate puede hacer cambiar las cosas, cambiar a cierto número de franceses, razón por la cual va a ser tan seguido. No hago pronósticos, es un ejercicio difícil de prever, pero Sarkozy podría decir cosas sorprendentes, porque me parece -adelantó- que va jugar al todo o nada».