Los argentinos rechazan modificar la Constitución para reelegir a Kirchner

Los argentinos de a pie no están interesados en discutirlo, pero el tema inquieta en medios políticos, empresariales y periodísticos. ¿Se promoverá una reforma de la Constitución para habilitar a Cristina Fernández para gobernar por tercera vez consecutiva? ¿Quiere ella ser candidata? Y si no es ella, ¿quién?

Una encuesta de la consultora Poliarquía indicó este mes que el 51 % de los argentinos aprueban la gestión presidencial, a pesar de que les preocupa la inseguridad y la inflación. Sin embargo, cuando se les pregunta si quieren una reforma de la Carta Magna para una nueva reelección de Cristina Fernández, el 66 % dicen no. Más aun, entre los que apoyan al Gobierno, el 57 % rechazan manosear la Constitución para crear ese traje a medida.

La presidenta sonríe ante las especulaciones. No alienta ni desactiva el debate. Pero tampoco confiere poder a ningún cargo político que pueda hacerle sombra. Todo lo contrario. El círculo siempre estrecho de la toma de decisiones se ciñe más y más sobre ella misma.

En Argentina, la última reforma constitucional, sancionada en 1994 a instancias del entonces presidente Carlos Menem, habilitó a un segundo mandato consecutivo, ya que antes el Gobierno se limitaba a seis años sin reelección.

Para convocar a una reforma, el oficialismo debería ganar las legislativas del 2013 por más del 40 % de los votos y aún así necesitaría aliados para llegar a dos tercios del Congreso y declarar necesaria la reforma. Suspicaces, los opositores interpretan como oportunista la propuesta de bajar por ley la edad para votar de 18 a 16 años. Algunos gobernadores, interesados en perpetuarse en el poder en sus provincias, ya expresaron su apoyo a una virtual postulación de Cristina Fernández para el 2015.

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