Los republicanos tensan el pulso con Obama por el abismo fiscal
INTERNACIONAL
Boehner hace votar a la Cámara de Representantes sobre su plan B
21 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Los republicanos votaron ayer de madrugada su propio proyecto para evitar el temido abismo fiscal en Estados Unidos. El llamado plan B que ha elaborado el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, al no alcanzar un acuerdo tras semanas de negociaciones con el presidente Barack Obama. La decisión de llevar ese plan a votación es una arriesgada maniobra de Boehner para presionar al presidente, de la que aún se desconocen las consecuencias.
Si pasa la votación en la Cámara baja, donde hay mayoría republicana, el Plan B no pasará la aprobación del Senado, en donde los demócratas mandan. Pero incluso si se produjera una hipotética votación a su favor en la Cámara alta, Barack Obama ya amenazado con vetarlo. Sabiendo eso, el líder conservador insistió, sin embargo, en llevar su plan a votación. La mayoría de los analistas destaca que lo que pretende con ello el presidente de la Cámara de Representantes era conseguir espacio para volver a negociar con Obama.
Eso, claro, de ganar la votación. Y es que ese era el problema, el mismo que ha estado impidiendo el acuerdo. Los más conservadores del bando republicano, aquellos que están próximos al Tea Party, se oponen rotundamente a cualquier subida de impuestos del tipo que sea. Y también algunos de ellos se oponen al Plan B de Boehner, ya que uno de sus puntos habla de una subida de tasas para los que ganan más de un millón de dólares al año desde el 35 % actual hasta el 39,5 %.
Antes de la votación y mientras se discutía el plan en la Cámara, el líder de las bancadas republicanas, Eric Cantor, había asegurado que el plan contaba con suficientes votos entre sus partidarios para ser aprobado. Pero las abundantes críticas de un buen número de sus compañeros de partido a la subida de impuestos a los millonarios hacían que hubiera algunas dudas.
Si el Plan B es aprobado, Boehner habrá conseguido el respaldo de su partido y algo más de presión sobre Obama cuando vuelvan a sentarse a negociar. Pero el tiempo se acaba. El abismo fiscal - la combinación de subida de impuestos y masivos recortes al gasto público- se producirá, si no hay un acuerdo previo, el 1 de enero.
Millones que los separan
Barack Obama aseguró el miércoles que ese acuerdo está muy cerca: «Lo que nos separa ahora son solo unos pocos cientos de miles de millones de dólares» dijo el presidente. Y sí es cierto que las posturas están más próximas. Sobre todo desde que Boehner aceptó algún tipo de subida de impuestos para los más ricos, el gran escollo de toda la negociación. Ahora lo que deberán hallar es la cifra a partir de la cual se impone esa subida de tasas.
Los republicanos han pasado de no aceptar ninguna a aceptar que se les suba a los que ganan más de un millón al año. Los demócratas han pasado de pedir que sea a todos los que ganan más de 250.000 dólares anuales a aceptar que sea a los que estén por encima de 400.000 dólares al año en ingresos. En un punto intermedio entre esas dos cifras está el acuerdo final.