El país reacciona con normalidad ante el cambio de jefe de Estado
30 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los holandeses comenzaron ayer a preparar el cambio en el trono, previsto para el 30 de abril en Ámsterdam, al tiempo que agradecieron el gesto de la reina Beatriz, que el lunes anunció su abdicación en su hijo Guillermo Alejandro. El primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo que las celebraciones de la investidura de Guillermo Alejandro deben «ajustarse a un presupuesto» dada la situación económica. La sobriedad responde a los deseos del futuro rey y de la todavía reina Beatriz, añadió. La soberana dijo también que no desea recibir regalos «porque no sería apropiado en estos momentos de crisis».
Aún así, el primer ministro afirmó que los holandeses «podrán disfrutar de una gran fiesta». «Tampoco es que vayamos a dar solo un vaso de refresco», bromeó, y dijo confiar en que «sea un gran día para Holanda».
El Gobierno celebró ayer una sesión extraordinaria para preparar el cambio en la jefatura del Estado, y encargó el festejo al antiguo gerente de la multinacional Azko Nobel y ministro de Economía, Hans Wijers.
«Ámsterdam ha comenzado con los preparativos, va a vivir una fiesta inolvidable», dijo el alcalde Eberhard van der Laan. Se espera que el país se tiña de naranja, el color de la casa Orange, y que acudan miles de turistas. Según fuentes municipales, los hoteles ya están recibiendo multitud de reservas.
Quien no asistirá al evento, según la prensa, es la familia de Máxima Zorreguieta, cuyo padre cumplió 85 años el lunes, el día en que la reina anunció su abdicación. A Jorge Zorreguieta, que fue ministro del dictador argentino Videla, ya se le impidió asistir a la boda de su hija.
Desde el 2014, el Día de la Reina pasará a ser el Día del Rey, y se celebrará coincidiendo con el cumpleaños de Guillermo, el 27 de abril. La prensa holandesa alababa ayer a la reina Beatriz con titulares como «Gracias majestad» y «Madre de la patria».