El espionaje a Google y Yahoo fulmina la seguridad de la nube

Christoph Dernbach BERLÍN / DPA

INTERNACIONAL

Compromete todos sus servicios, desde el correo a las rutas marcadas

01 nov 2013 . Actualizado a las 14:30 h.

El espionaje a centros de datos de Google y Yahoo no solo amenaza los negocios de los dos gigantes de Internet, sino que además cuestionan la seguridad de los servicios en la nube y del sistema operativo Android para los smartphones de Google. El ataque llevado a cabo por los servicios secretos estadounidenses y británicos tiene al parecer una dimensión aún mayor de lo que se pensaba: de resultar verdad las revelaciones de Edward Snowden, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y su socio británico GCHQ habrían interceptado millones de datos de las redes internas de Google y Yahoo con su programa Muscular.

Snowden ya había desvelado a comienzos del verano que la NSA se hizo con el acceso a los contenidos y metadatos de los servidores de Google y Yahoo a través de procedimientos judiciales secretos. Entonces también quedó al descubierto el sistema Tempora, con el que los británicos espiaban cables de fibra óptica trasatlánticos.

Servicios afectados

Pero lo que se desconocía hasta ahora es que la NSA y el GCHQ tenían acceso directo a las conexiones que comunican los centros de datos de Google y Yahoo en todo el mundo. Al menos es lo que desveló The Washington Post citando los documentos de Snowden. En el caso de Google, ello implicaría que no solo estaría afectado su correo electrónico, Gmail, sino también todos los servicios en la nube, como Google Docs, archivos de fotos, el historial de búsqueda asociado a una cuenta o los lugares buscados en Maps.

También los smartphones con el sistema Android podrían haberse visto afectados, pues apenas pueden gestionarse sin los servicios de Google. Y a todo ello se unen los metadatos: quién envió a quién un e-mail, qué lugares se buscaron o dónde se encontraba el usuario. Y la lista puede alargarse sin fin.

Las cantidades de datos interceptadas por la NSA y sus colaboradores británicos sería tan grande que no se podría almacenar al completo durante un largo período de tiempo. Y ahí es donde actuarían los sistemas de filtrado de la NSA, que se ocuparían de archivar solo una pequeña parte de esos datos interceptados por un plazo mayor.

En vista de las dimensiones de Muscular no sorprende la indignación de la cúpula de Google: «Estamos furiosos por lo lejos que llegó aparentemente el Gobierno», dijo el jefe del aparato jurídico, David Drummond.

Los responsables de Google saben bien que las revelaciones ponen en peligro el éxito comercial de la empresa si los usuarios pierden la confianza en sus servicios. Y si las primeras revelaciones de Snowden en verano no provocaron demasiadas protestas, ahora se teme que aumenten. El año pasado Google comenzó a encriptar el tráfico de datos, pero eso no convence a los escépticos. Y es a los dos gigantes que le queda mucho trabajo antes de recuperar la confianza de los usuarios.