«Por favor, déjennos a mí y a mi hijo subir al avión»

Girlie Linao TACLOBAN / DPA

INTERNACIONAL

13 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde que el tifón Haiyan devastara las provincias del este de Filipinas, los supervivientes solo quieren una cosa: salir de ahí cuanto antes. Sin embargo, conseguir una de las pocas plazas de los aviones de rescate es casi misión imposible. Mojada y temblando, una delicada mujer se abre paso a través del gentío para luchar por una plaza en un avión militar mientras sostiene en lo alto de sus brazos a un niño llorando. «Por favor, déjennos a mí y a mi hijo subir al avión», pide a uno de los soldados armados que bloquean a las miles de personas que ansían por subir a un avión.

Todos quieren escapar de Tacloban. La capital de la isla Leyte ha quedado reducida a escombros con miles de muertos tras el paso del tifón y los supervivientes no saben cómo podrán salir adelante. Una mujer cae de rodillas por pura desesperación sumida en sollozos. Los soldados acaban de explicar a la multitud que solo unos pocos podrán volar y salir de la zona de catástrofe.

Todos quieren una plaza

Una mujer transmite por la radio DZMM a su familia en Manila un mensaje ante la dificultad para contactar de otra manera. Espera, como todos los que la rodean, encontrar una plaza en un vuelo. «Papá está muerto, pero nosotros estamos bien. No se preocupen, ya estoy en casa de nuestra hermana y conseguiremos salir de Tacloban», les informa a través de la emisora de radio, incapaz de lograr decir su nombre al final debido al caos que la rodea.

Muchos esperan poder salir rápidamente de la zona después de que el martes algunas compañías comerciales anunciaran que comenzarán a fletar algunos vuelos en Tacloban. El aeropuerto en la ciudad costera con 220.000 habitantes ha quedado seriamente dañado. A lo largo del día solo han podido aterrizar aviones militares encargados de traer suministro y ayuda a los damnificados.

En el aeropuerto se ha improvisado un hospital con tiendas de campaña y tablas de madera. Cuatro días después del «Haiyan sigue habiendo colas de heridos y enfermos que buscan asistencia médica.