El presidente de Estados Unidos anunció que se seguirá recabando información sobre las «intenciones de los gobiernos»
17 ene 2014 . Actualizado a las 23:34 h.El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció hoy que, como parte de las reformas de las prácticas de espionaje que lleva a cabo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), no se espiará a gobernantes de países aliados.
En una intervención en el Departamento de Justicia, Obama prometió más garantías para los ciudadanos de países extranjeros y que no se espiará a los jefes de Estado o gobierno aliados, como denunciaron la canciller alemana, Ángela Merkel, y la presidente brasileña, Dilma Rousseff.
«He dejado claro a nuestra comunidad de inteligencia que, a no ser que haya un importante motivo de seguridad nacional, no se vigilarán las comunicaciones de jefes de estado y gobierno amigos y aliados cercanos», afirmó el presidente estadounidense.
«Si quiero saber lo que piensan nuestros aliados, los llamaré por teléfono y les preguntaré, en lugar de vigilarlos», apuntó.
El presidente estadounidense dejó claro, no obstante, que los servicios de espionaje de EE.UU. seguirán recopilando información sobre los gobiernos extranjeros para conocer sus intenciones.
«No nos vamos a disculpar simplemente porque nuestros servicios de inteligencia son más efectivos», agregó.
En todo caso, añadió, los teléfonos de los dirigentes aliados más cercanos, de cuya confianza también depende la seguridad de EE.UU., no serán interceptados.
Obama dijo que, como parte de estas reformas, se aumentará la cooperación y coordinación con las agencias de inteligencias de países aliados, con el objetivo de reconstruir la confianza rota.
«Lo importante es que la gente en todo el mundo, independientemente de su nacionalidad, tenga claro que Estados Unidos no espía a personas normales que no son una amenaza para nuestra seguridad nacional y que nos tomamos en serio las preocupaciones sobre la privacidad», añadió Obama.
El presidente propuso hoy más protección para los ciudadanos extranjeros, especialmente en países aliados, pese a que no son requeridas por la Constitución estadounidense.
En concreto, el presidente anunció «protección adicional para actividades que permiten interceptar comunicaciones en objetivos en el extranjero que tienen información de interés para la seguridad nacional».
«He escuchado a socios extranjeros, defensores de la privacidad y líderes de la industria. Mi administración ha pasado horas incontables considerando cómo abordar la inteligencia en esta era de amenazas difusas y revolución tecnológica», aseveró.
Obama precisó que pondrán en marcha restricciones a la capacidad de almacenar y vigilar comunicaciones entre estadounidenses y ciudadanos extranjeros que hayan sido captadas de manera accidental en internet.
Obama dice que Snowden ha hecho más daño que «transparencia»
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo hoy que las revelaciones del extécnico Edward Snowden sobre el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) han supuesto «más daño que transparencia».
El mandatario, que hoy presentó reformas sobre los procedimientos de espionaje tras las revelaciones del que fuera analista de la NSA, aseguró que no quiere juzgar «las motivaciones o acciones de Snowden», pero estas han «revelado métodos» que podrían «impactar» en las operaciones de Estados Unidos respecto a sus adversarios.
«La defensa de nuestra nación depende en parte de la fidelidad de aquellos a los que hemos confiado los secretos del país», advirtió Obama durante su presentación de nuevas medidas, que incluyen límites a la acumulación de registros telefónicos, precisan las razones para espiar las comunicaciones de extranjeros y aumentan las garantías de que no se vigilará a personas que no suponen una amenaza.
«Si cada persona que tiene objeciones a la política del Gobierno revela información clasificada por su cuenta, entonces nunca podremos mantener a nuestro pueblo seguro y llevar a cabo nuestra política exterior», argumentó el presidente.
Obama consideró que las revelaciones de Snowden, asilado desde agosto pasado en Rusia y requerido por la justicia estadounidense, han obligado a trabajar en «una tarea más grande» que «reparar el daño hecho» a las operaciones de Washington o «prevenir más filtraciones».
En este sentido, aseguró que el objetivo es mantener el equilibrio entre seguridad nacional y privacidad, sin descuidar las amenazas «terroristas, la proliferación (de armas) o los ciberataques».
El presidente dijo que desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, la inteligencia estadounidense tuvo que pasar de espiar especialmente a gobiernos hostiles a hacerlo sobre individuos y organizaciones terroristas.
Esto llevó a que la NSA viera aumentado su poder de espionaje, algo que fue detallado por las filtraciones realizadas desde el pasado verano por Snowden y desencadenó un amplio debate en Estados Unidos y en el extranjero.
Según Obama, «nadie espera que China tenga un debate abierto sobre sus programas de vigilancia o que Rusia tenga en cuenta las preocupaciones sobre la privacidad».