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EE.UU. y la oposición exigen que Teherán no esté en la cita de mañana
21 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La conferencia que debía buscar a partir de mañana en Ginebra una salida política a la guerra en Siria pendía anoche de un hilo tras la polémica suscitada por la invitación a Irán por parte de la ONU, sin contar con el beneplácito de todas las partes. La primera en reaccionar fue la coalición opositora siria, que amenazó con boicotear la cita si no se retiraba ayer mismo la invitación a Teherán, fiel aliado de Bachar al Asad junto con Rusia y Hezbolá. A ella se unió Estados Unidos, además de Francia, el Reino Unido y Arabia Saudí. La presión obligó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a reconsiderar las opciones.
Para la oposición, invitar al país que considera el principal apoyo militar y financiero de Al Asad es cruzar una línea roja, en palabras del secretario general de la coalición, Badr Yamus, a la agencia DPA. El argumento tanto de la oposición como de EE.UU. es que Irán no ha respaldado pública y explícitamente las bases del diálogo acordadas en junio del 2012 en Ginebra I, en concreto el punto que prevé la formación de un gobierno de transición que incluya al régimen y a la oposición, aunque evita mencionar que papel tendrá Bachar al Asad.
El régimen de los ayatolás consideró «inaceptable» que se le exijan condiciones previas; y Ban insinuó que Teherán se echó atrás en su apoyo verbal a un gobierno de transición sirio.
El malentendido diplomático entre EE.UU. y la ONU puede echar por tierra la conferencia, después de meses de obstáculos. El último: que la oposición aceptara participar, algo que ratificó el sábado tras una semana de idas y venidas y la disensión de una parte de la coalición.
Washington siempre se ha opuesto a que Irán esté en la mesa de negociaciones, al igual que Arabia Saudí, rival del país chií y apoyo fundamental de la insurgencia siria. En cambio, la ONU y Rusia defienden que ese país juega un papel esencial en la solución del conflicto. El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, dijo ayer que sería una «profanación» no invitar a Irán.
Los ministros de Exteriores de la UE fueron cautelosos y algunos pesimistas sobre Ginebra II. Mientras la sangre sigue corriendo en Siria con la aviación castigando un día más Alepo y un doble atentado en un puesto rebelde en la frontera turca, que causó 16 muertos.
Exigen al régimen de los ayatolás el apoyo explícito a un gobierno de transición sirio