Merkel advierte a Washington del riesgo de «perjudicar la necesaria confianza entre aliados» e insistió en que esas prácticas terminan generando más inseguridad
06 feb 2014 . Actualizado a las 09:44 h.La canciller Angela Merkel y varios ministros de su gobierno lanzaron ayer duras críticas contra Estados Unidos por haber espiado en 2003 al entonces canciller Gerhard Schröder.
A través de su portavoz, Steffen Seibert, Merkel advirtió a Washington del riesgo de «perjudicar la necesaria confianza entre aliados» e insistió en que las polémicas prácticas del espionaje estadounidense terminan generando más inseguridad. La propia líder cristianodemócrata es uno de los dirigentes mundiales espiados por la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA), que al parecer interceptó su teléfono móvil.
Diversos medios informaron la noche del martes que la NSA realizó escuchas telefónicas Schröder en 2003 debido a su negativa a que Alemania participara en la guerra de Irak promovida por George Bush. El socialdemócrata figuraba ya en una lista de objetivos de la NSA en 2002. «Los Estados Unidos no tienen respeto alguno por un aliado leal ni por la soberanía de nuestro país», se quejó el excanciller en declaraciones al diario alemán «Bild».
Schröder señaló que el espionaje entre países «no es algo nuevo», pero consideró que pinchar teléfonos de un canciller «es ir demasiado lejos». Respecto a la negativa del gobierno alemán a participar en la guerra de Irak, Schröder recordó que son decisiones que hay que «respetar», también por parte de Estados Unidos.
A lo largo del día se sucedieron las críticas de otros miembros del gabinete alemán. Destaca la del ministro de Justicia, Heiko Maas, que acusó a la NSA de usar el pretexto de la seguridad para «recolectar datos de forma ilimitada».