La revolución de Chávez hace aguas a un año de su muerte

juan francisco alonso CARACAS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Maduro no tomará medidas eficaces contra la crisis, según los analistas

02 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A tres días de que se conmemore el fallecimiento de Hugo Chávez, las dudas sobre la posibilidad de que su proyecto político, el llamado socialismo del siglo XXI, avance y se consolide en Venezuela vuelven a la palestra. ¿La razón? Las protestas estudiantiles contra su sucesor, Nicolás Maduro, por la inseguridad y el desabastecimiento de alimentos que en las últimas tres semanas han sacudido al país no solo han dejado 17 fallecidos, 261 heridos, 72 detenidos y más de 888 procesados, sino que ya han convertido uno de los 24 estados del país, el de Táchira, fronterizo con Colombia, prácticamente en una provincia rebelde, según admitió públicamente el mandatario.

Aunque en abril del 2013, cuando ganó los reñidos comicios tras el deceso por cáncer del líder bolivariano, ya afrontó varios días de manifestaciones, aquellas nunca fueron tan virulentas como las actuales. Y tampoco iban acompañadas del hartazgo en las propias filas del oficialismo, en particular por la gestión económica.

Una encuesta realizada días antes de las protestas reveló que seis de cada diez venezolanos evaluaban negativamente la situación económica del país. Los resultados no deberían sorprender, pues en el 2013 la inflación cerró en el 56,6 %, la más alta de América Latina y una de las cinco más elevadas del mundo; y el índice de escasez llegó hasta el 28 %, lo cual significa que en 28 de cada 100 comercios no hay pollo, leche, azúcar, harina de maíz o de trigo, mantequilla, carne, aceite o productos de higiene, como el papel de baño.

El analista Luis Vicente León atribuyó la actual situación a la herencia de Chávez, empeñado en un modelo socialista en el que el Estado fue asumiendo los roles de productor, distribuidor y vendedor de bienes. «La política de expropiaciones de empresas y de control de precios y de divisas es responsable de la actual situación de desabastecimiento y alta inflación, pues desincentiva la producción nacional e impulsa las importaciones. Mientras el país disfrutó del chorro de petrodólares, se pudo mantener el modelo, altamente costoso e ineficiente, pero ya está agotado», afirmó. Descartó que Maduro vaya a tomar medidas para reemplazarlo. «Maduro no tiene el peso político de Chávez y eso quedó demostrado en las presidenciales del 2013, cuando, según las cifras oficiales, ganó apenas por el 1,5 % a Capriles, a quien Chávez derrotó meses antes con una ventaja de un millón de votos. Lo previsible es que tome medidas paliativas, pero no que ataque las causas», aseveró.

En similares términos se pronunció el catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela, Carlos Raúl Hernández: «Maduro dilapidó el capital político que heredó de Chávez y por ello no lo veo tomando medidas radicales. Demostración de su debilidad es la represión brutal contra los manifestantes, algo a lo que Chávez no recurrió, por su liderazgo». Aunque Hernández descartó que las protestas terminen provocando la salida del «primer presidente chavista» a corto plazo, pronosticó que le provocarán dolores de cabeza durante un buen rato.