La tragedia destapa la precariedad laboral en la aviación española

Ana Lázaro Verde MADRID / DPA

INTERNACIONAL

Los dos pilotos españoles habían pasado por dos aerolíneas que habían quebrado hace poco

26 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los dos pilotos españoles al mando del avión tenían dos cosas en común: su pasión por volar y su paso por aerolíneas que quebraron recientemente y les dejaron sin trabajo.

Agustín Comerón, el piloto, atesoraba «una buena experiencia» en vuelos de larga distancia. Trabajó en la extinta Spanair y sufrió los ajustes de la compañía y su posterior quiebra. Al cerrar, se quedó sin trabajo y recaló en Swiftair. También la copiloto, Isabel Gost, de 41 años, había trabajado en Spanair antes de su paso por Swiftair. Tanto ella como su compañero Comorós fueron contratados por obra para cubrir la temporada de verano.

La historia del paso por compañías extintas, como Air Comet o Air Madrid, se repite también en alguno de los cuatro tripulantes de cabina. En los últimos años son varias las compañías aéreas que han puesto en marcha en España expedientes de regulación de empleo, planes de despidos y que incluso han echado el cierre. La precariedad laboral, denuncian los sindicatos, está instalada en el sector de la aviación.

El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) denunció hace un año las condiciones de los trabajadores de Swiftair, una discreta compañía que tiene una flota de 30 aviones y una plantilla de unos 400 empleados. Bajo el titular «Swiftair institucionaliza la precariedad laboral», el número de julio de 2013 de la revista Mach82, voz del sindicato, se hacía eco de la reducción de salarios para los copilotos contratados y denunciaba que la empresa utilizaba sus aviones como «escuelas de vuelo». El texto denunciaba que el sueldo de los copilotos no llegaba a los 12.000 euros anuales, 842 euros brutos al mes, «algo inaudito en el mundo de la aviación».

El SEPLA desvinculó ayer estas denuncias del posible accidente del avión. «No consideramos que en este caso en concreto esas condiciones tengan ninguna relevancia», destacó el secretario del sindicato, Álvaro Gammicchia. Pero el sindicato reclamó una investigación independiente sobre el accidente.

Desde el Sindicato de Tripulantes Auxiliares de Vuelo de Líneas Aéreas reconocieron la precariedad que impera en el sector, no solo en España, sino en todos los países de Europa, pero calificaron de «imprudente» atribuir el accidente a la precariedad laboral.