El empresario ha mantenido una postura intermedia entre el apoyo a las decisiones del presidente y las críticas de los republicanos más reaccionarios
22 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Obama y su familia bajaban el domingo por la escalerilla del Air Force One, Donald Trump publicó un tuit: «!Ey! El presidente acaba de aterrizar en La Habana y Raúl Castro ni siquiera ha ido a recibirle. Aunque sí recibió al papa y a otros. No le tiene respeto».
El candidato republicano ha mantenido una postura intermedia entre el apoyo a las decisiones de Obama y las críticas de los republicanos más reaccionarios. Hace unos días declaró que no está de acuerdo con lo que ha hecho Casa Blanca pero cree que «hay que hacer algo. Tras 50 años, ha llegado la hora». Sin embargo, aseguró que si gana las elecciones «probablemente» cierre la Embajada de EE.UU. en La Habana para negociar «otro tipo de pacto» entre los dos países.
No todos en su partido están de acuerdo. El senador Jeff Klake que acompaña a Obama en la visita, aseguró ayer desde La Habana que las palabras de Trump «no representan los mejores valores estadounidenses».
El que sí comparte las críticas es Ted Cruz. El senador texano, cuyo padre nació en Cuba y emigró a EE.UU. tras haber combatido junto a los revolucionarios, aseguró que el viaje es «un espectáculo de mal gusto». Cruz recordó que su familia fue maltratada tanto por el dictador Fulgencio Batista como por «los matones de Fidel Castro» y asegura que este viaje de Obama es perjudicial para el futuro tanto de EE.UU. como de Cuba y que solo servirá para «institucionalizar la dictadura comunista».