El mundo se moviliza para ayudar a las víctimas del seísmo

La Voz

INTERNACIONAL

JOSÉ JÁCOME | Efe

Correa eleva los muertos a 350 y dice que la reconstrucción será muy costosa y llevará años

19 abr 2016 . Actualizado a las 15:20 h.

La tragedia de Ecuador ha provocado un movimiento de solidaridad. Los primeros en movilizarse han sido ocho países vecinos y España. Cerca de medio millar de expertos de esas naciones colaboraban ayer con los equipos locales en la tarea más urgente: la búsqueda de supervivientes entre los escombros. Ya están en camino más ayuda y financiación.

En medio de la carrera contrarreloj para atender a los supervivientes, la cifra de muertos asciende ya a 350, según el saldo que dio Rafael Correa durante su recorrido por las zonas afectadas. El presidente señaló que es «la mayor tragedia de los últimos 67 años», desde el terremoto de Ambato en 1949, y anticipó que la reconstrucción será muy costosa y larga. «Habrá que reconstruir Pedernales, el centro de Portoviejo, el barrio de Tarqui en Manta, Canoa, Jama... Eso tomará meses, años y costará centenas, probablemente miles de millones de dólares», aseguró. También señaló que muchos edificios se derrumbaron «por la mala construcción» y pidió que el país saque «lecciones para el futuro».

Ante la destrucción en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Santa Elena, Guayas, Santo Domingo y Los Ríos, Correa firmó un decreto de excepción por el que se activan recursos económicos y la movilización de 14.000 miembros de la fuerza pública.

Más de 70.000 afectados

Aunque no existe una cifra oficial de damnificados, se estima que entre 70.000 y 100.000 personas requerirán algún tipo de asistencia y entre 3.000 y 5.000 alojamiento. El Gobierno y las oenegés españolas se están volcando en ayudar a Ecuador, algo que agradeció Correa en una conversación con Felipe VI. Un avión militar, con 52 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de los servicios de emergencia de Madrid, llegaron a medianoche a Quito. Hoy saldrá otro con ayuda humanitaria. La UE desbloqueó un primer paquete urgente de un millón de euros, mientras Noruega aportará 1,6 millones.

Socorristas y supervivientes desesperados retiraban ayer escombros en busca de personas atrapadas. Una niña que llevaba 20 horas entre los cascotes de cemento y el amasijo de hierros, de un edificio fue recuperada con vida en Pedernales, epicentro del seísmo. De madrugada los bomberos llegados de Quito rescataron a cuatro personas en Manta tras «varias horas de intenso trabajo», como apuntaron en un tuit. Mientras en otro lugar de la ciudad Verónica Paladines escarbaba entre los escombros del hotel donde trabajaba su esposo. «Hacía [trabajos de] pintura, se fue a descansar aquí abajo cuando pasó eso», relata a AFP esta mujer de 24 años, antes de deshacerse en lágrimas.