Renzi relanza el sueño de Berlusconi de construir el puente de Mesina

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El primer ministro anunció que así se crearán más de 100.000 puestos de trabajo en una zona donde la cifras de paro son altísimas

16 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con una cierta regularidad, en Italia salta la noticia de la construcción del puente sobre el estrecho de Mesina para unir Sicilia con el continente. La última vez ha sido hace tan solo unos días cuándo Matteo Renzi relanzó de nuevo el proyecto, anunciando que así se crearán más de 100.000 puestos de trabajo en una zona donde la cifras de paro son altísimas. La ocasión era la celebración de los 110 años de la empresa de construcción Salini-Impregilo que hace diez años se había adjudicado el proyecto junto con un consorcio de empresas internacionales entre las que se encontraba la española Sacyr.

De la idea de la construcción de un puente se sueña desde hace siglos, pero fue en 1981 cuando con la creación de la sociedad Stretto di Messina Spa, se empieza a trabajar en los primeros proyectos de ingeniería. La sociedad ha cumplido 35 años y hoy está en proceso de liquidación tras haber acumulado pérdidas millonarias. El puente era el gran sueño de Silvio Berlusconi. En su segundo Gobierno (2001-2006) organizó un concurso internacional del que salió vencedor el consorcio Eurolink y Parsons. La obra no llegó a iniciarse porque el Gobierno de Romano Prodi (2008) paralizó el proyecto por considerarlo innecesario. De la misma opinión fue más tarde la Unión Europea cuando en el 2011 no incluyó el puente entre las obras públicas que recibirían financiamiento. La puntilla final la dio Mario Monti en el 2012, que decidió aplazar de dos años la decisión. De haberse construido habría sido el mayor puente suspendido del mundo. En contra están los altos costes, el riesgo sísmico y la amenaza de infiltración de la ‘Ndrangheta calabresa y Cosa Nostra siciliana.