Un conciliador para rebajar tensión

H. E. QUITO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

JUAN CEVALLOS | AFP

Lenín Moreno es un hombre hecho a sí mismo que destaca por tener un carácter bonachón que lo coloca líder en todas las encuestas

19 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La vida de Lenín Moreno cambió por completo en 1998. El candidato oficialista a la presidencia sufrió un asalto armado. Le dispararon por la espalda. Sobrevivió, pero perdió la movilidad en sus piernas. Desde entonces enfocó su trayectoria profesional a mejorar la vida de los discapacitados. 

Es la persona designada por Rafael Correa para continuar la Revolución Ciudadana y lidera todas las encuestas con una ventaja media superior a los 10 puntos. Su imagen es la de un hombre conciliador y hasta bonachón. Ha escrito una decena de libros sobre su particular visión del humor, como Ríase, no sea enfermo. Contrasta con la vehemencia exhibida por Correa en sus diez años de Gobierno.

Moreno es un hombre hecho a sí mismo. Nació hace 63 años en Nuevo Rocafuerte, una pequeña aldea del Amazonas ecuatoriano. Sus padres eran maestros de escuela. Se trasladaron a Quito cuando el ahora candidato era todavía un niño. Hizo carrera en el mundo del turismo, hasta que Correa le llamó para ser vicepresidente. Ocupó el cargo desde 2007 a 2013 y promovió dos importantes proyectos: la creación de una base de datos de todos los discapacitados, posteriormente replicada en siete países del cono sur, y el establecimiento de un bono para las familias que cuidan a personas con minusvalía. Dejó la vicepresidencia por problemas de salud. Preocupa a parte de sus seguidores que no esté en forma para afrontar una posible segunda vuelta ante una oposición unida.

Ha prometido eliminar de inmediato impuestos temporales que el mismo Gobierno subió. También, entregar viviendas subsidiadas y aumentar los pagos mensuales de la seguridad social. La oposición le pregunta cómo lo va a pagar con el país en crisis.