Trump se acerca al «impeachment»

ADRIANA REY NUEVA YORK/ CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

OLIVIER DOULIERY / POOL | EFE

El fiscal Mueller investiga al magnate por un delito de obstrucción a la justicia en el Rusiagate

16 jun 2017 . Actualizado a las 07:33 h.

¿Conspiró Donald Trump para influir en la justicia en el marco del Rusiagate? ¿Fue su petición al exdirector del FBI James Comey una operación de cálculo político o un acto de ingenuidad? Estos son algunos de los interrogantes que el fiscal para el entramado ruso, Robert Mueller, trata de despejar.

Las pesquisas de Mueller no solo se centran en la injerencia del Gobierno de Moscú en el proceso electoral del pasado noviembre los posibles lazos entre el Kremlin y la campaña de Trump. El fiscal especial ha expandido sus investigaciones hasta tal punto que ha incluido la posibilidad de que el presidente de EE.UU. haya obstruido a la justicia al despedir a Comey mientras lideraba las investigaciones sobre la supuesta trama.

Así lo han revelado The Washington Post, The New York Times y el conservador The Wall Street Journal, que sostienen que, en el marco de estas averiguaciones, Mueller tendría previsto entrevistar al director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, al jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) y a Richard Ledgett, exsubdirector de la NSA, para verificar si es o no cierto que Trump los llamó para pedirles que dijesen públicamente que su campaña no se confabuló con emisarios de Rusia para desacreditar a Hillary Clinton y los demócratas.

Tras la revelación, la unidad política que Trump había pedido tras el tiroteo contra congresistas republicanos, saltó por los aires: «Se inventaron una falsa colusión de intereses con Rusia, no encontraron pruebas y ahora van con la obstrucción a la justicia en una historia falsa», reaccionó el neoyorquino en sus redes sociales horas después de que su abogado calificase la filtración como «indignante, inexcusable e ilegal».

Las nuevas sospechas del fiscal especial del Rusiagate suponen un cambio significativo en la investigación. Ahora implica directamente al presidente de EE.UU. y, por lo tanto, supone un paso más hacia un posible impeachment (juicio político para revocar el mandato presidencial), que ya esbozan algunos congresistas como una posibilidad realista.

La audiencia de Comey fue tan explosiva para el mandatario que ahora su defensa estaría considerando el desconocimiento de ciertos protocolos, como base de su argumentario. ¿Podría ser la ignorancia una buena estrategia de defensa? La semana pasada el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ya sugirió que Trump había pecado de novato. Sin embargo, varios analistas puntualizaron que basta con que pretendiera «subvertir, socavar o impedir la capacidad de determinar los hechos de un procedimiento oficial» para que un acusado por obstrucción a la justicia sea condenado, al margen de si sabía o no que sus acciones eran ilegales.

El senador Scalise «está mucho peor de lo esperado»

El presidente y la primera dama, Melania Trump, acudieron al hospital MedStar, de Washington para visitar al congresista Steven Scalise, que permanece ingresado tras ser alcanzado por una bala en la cadera izquierda en un tiroteo mientras jugaba al béisbol. Según el mandatario, «su estado es mucho más difícil de lo que se esperaba» y continúa en situación crítica. Otras cuatro personas resultaron heridas después de que James T. Hodgkinson descargase su fusil M4 contra una veintena de congresistas republicanos, el pasado miércoles. El FBI continúa investigando la motivación del ataque. En la foto, Trump y Melania se despiden del médico Ira Rabin. 

Cazan al primer ministro australiano imitando el acento del presidente

El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, se burló de Donald Trump al imitar los tics de lenguaje del presidente estadounidense, meses después de una tensa conversación telefónica entre ambos dirigentes.

En una grabación durante una reunión con periodistas en Camberra, se escucha a Turnbull mofarse de la forma de hablar característica de Trump. «El Donald y yo ganamos y ganamos en los sondeos», dice. «Ganamos tanto. Ganamos como nunca hemos ganado antes. Sí, ganamos, ganamos. No son falsos sondeos. Los falsos sondeos, no los ganamos» agrega, provocando la hilaridad .

El Senado aumenta las sanciones contra Rusia por los ciberataques y Putin se burla al ofrecer asilo a Comey

Por abrumadora mayoría, el Senado de Estados Unidos aprobó un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, en respuesta a la injerencia del Kremlin durante las pasadas elecciones. 98 votos a favor y 2 en contra fueron el resultado de una votación que evidenció el poco caso que la Cámara Alta hizo a la Casa Blanca en su petición a los senadores para que tuviesen más flexibilidad con el régimen de Vladimir Putin. Todo lo contrario. La nueva enmienda cargará contra sectores clave de la economía rusa, como pueden ser la minería o la industria ferroviaria, como represalia por el aluvión de pruebas que vinculan a Moscú con los ciberataques a la campaña demócrata.

Así lo hizo saber el senador republicano, Mike Crapo, uno de los impulsores de la legislación: «Todos sentimos que Estados Unidos necesita ser mucho más fuerte», justificó Crapo tras hablar de Putin como un hombre cada vez más «beligerante, nacionalista y autocrático».

Posible repetición

En el bando demócrata fue Jeanne Shaheen, senadora por New Hampshire, quien se congratuló del mensaje bipartito que el Capitolio había enviado a Moscú: «La inteligencia estadounidense nos advirtió de que si esto se deja pasar, Rusia volverá a interferir en futuros comicios».

Los senadores acordaron una enmienda para incluir las sanciones contra Rusia en un texto que también está dirigido a aumentar la presión sobre Irán, a quien el Ejecutivo de EE.UU. acusa de promover el terrorismo y no reducir su armamento nuclear.

Además, dicha enmienda ha servido para que los legisladores corten las alas a la nueva Administración, e incluyan un artículo que impide que el presidente de EE.UU. levante las sanciones sin una aprobación del Congreso.

Además de la injerencia electoral estadounidense a través de continuados ciberataques verificados por el FBI y la CIA, la enmienda sanciona a Rusia por su «invasión a Ucrania» y «los actos agresivos en Siria».

Respuesta irónica

La respuesta del gigante del este no se hizo esperar. Fue el propio Vladimir Putin quien dijo no ver sentido alguno a las nuevas sanciones y advirtió de que en el pasado, tras otras enmiendas de las mismas características, Occidente perdió 50.000 millones de dólares más que Moscú.

Putin aprovechó también para mofarse del escándalo que rodea a Donald Trump tras la comparecencia del exdirector del FBI, James Comey, en la que se asentaron lo que podrían constituir evidencias de un posible caso de obstrucción a la justicia. «Si al respecto [Comey] sufre alguna clase de persecución, nosotros estamos dispuestos a otorgarle asilo político. Que lo sepa», ironizó Putin, tras comparar su caso con el del exagente de la NSA, Edward Snowden, a quien Rusia dio asilo tras haber revelado una trama de escuchas de los servicios secretos de EE.UU.