La preocupación por la confidencialidad de las comunicaciones une a particulares, gobiernos o multinacionales. Los háckers nunca descansan y están al acecho para revelar desde datos bancarios a secretos de Estado. Un ingeniero de telecomunicaciones de la Universidade de Vigo firma un trabajo que promete evitar el desastre gracias a la mecánica cuántica.
Mila Méndez