Boris Johnson lidera una conspiración para echar a May y endurecer el «brexit»

Rita Álvarez Tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Steve Parsons | DPA

Los eurófobos buscan que el Reino Unido salga de la unión aduanera tras la marcha de la UE

05 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Como si del dream team (equipo de ensueño) de Johan Cruyff jugando en el Camp Nou se tratase, los políticos británicos partidarios radicales del brexit quieren tener el suyo propio y echar de Downing Street a la primera ministra, Theresa May. Así al menos lo recoge el diario Sunday Times. Ese sector estaría integrado por un destacado equipo, en el que se incluyen tres brexiters del entorno de la mandataria. Se trata de actual ministro de Asuntos Exteriores, Boris Johnson; el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, y el diputado conservador Jacob Rees-Mogg, grupo al que la prensa británica ya caricaturiza como Los Tres Mosqueteros.

El «golpe de Estado» se pondría en marcha si May persiste en sus planes de mantener al Reino Unido en la unión aduanera tras la salida de la Unión Europea, tal y como advirtieron los diputados conservadores el sábado por la noche.

Cansados de que la primera ministra no opte por un brexit duro como quieren ellos, los euroescépticos contactaron con Johnson y le pidieron que llegara a un acuerdo que haga que Gove se convierta en su viceprimer ministro, y Rees-Mogg, en su ministro de Economía y Hacienda. «Esta historia es nueva para mí. Nadie me había sugerido esto», dijo este último a The Guardian, intentando quitarse la presión de encima.

Johnson se dejó querer y respondió a uno de los conspiradores que estaría «listo» para optar por el puesto de May, al tiempo que se comprometió a bloquear el plan de la unión aduanera cuando el Gabinete se reúna mañana y el miércoles para discutir las futuras relaciones del Reino Unido con Bruselas.

La unión aduanera

El plan de los euroescépticos pasa por amenazar con enviar un tsunami de cartas exigiendo un voto de confianza a menos que May retrocediera en la unión aduanera. Los partidarios de abandonar el bloque común advierten además con que pueden «recuperar el control» del Gobierno cuando quieran.

«La primera ministra debe comprender que podemos recuperar el control. Si ella persiste en este plan de unión aduanera, podemos deshacernos de ella y tenemos los números para asegurarnos de que uno de nosotros se haga cargo», confirmó un euroescéptico.

Los conspiradores temen que si no se acuerda previamente un plan, habría hasta siete partidarios del brexit que lucharían por hacerse con el cargo de ministro del Interior, de Defensa y Sanidad. Además, los aliados de Johnson creen que tendría que ganar el apoyo de los no euroescépticos para asegurarse el liderazgo. Así, lo animan a que se acerque a Rudd, con el objetivo de convertirla en la primera mujer que ocupe la cartera de ministra de Hacienda en el Reino Unido.

Semana crucial

Pero lejos de dejarse querer, Rudd señaló ayer que el Gobierno presentaría propuestas que requerirían apoyo en toda la Cámara de los Comunes. «Nos reunimos en privado para conversar. Creo que llegaremos a algo que nos conviene a todos. Habrá elecciones dentro de eso, pero todos queremos lo mismo, que es llegar a un acuerdo que funcione para el Reino Unido», aseguró en un tono que nadie parece ya creerse.

Las tensiones son cada vez más palpables antes de una semana crucial para el Reino Unido. «Lo que quiero hacer es asegurarnos de que tengamos los mejores acuerdos comerciales posibles», había dicho días antes May, consiguiendo con su indecisión poner en marcha a la maquinaria de su partido en su contra.

En la ronda de negociaciones que comienza mañana entre la Unión Europea y el Reino Unido ambas partes discutirán a nivel «técnico» cuestiones sobre la retirada del club, en particular cómo se gobernará el acuerdo sobre las condiciones de salida, la frontera entre Irlanda y el Ulster y el período de transición al brexit.