Josy Fernández, alcalde de Los Salias (Caracas): «Estamos empeñados en buscar una salida no violenta para Venezuela»

Francisco Espiñeira Fandiño
fRANCISCO ESPIÑEIRA REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Con la familia, recordando su pasado. Josy Fernández recorrerá toda la Comunidad hasta el próximo 23 de septiembre en busca de ayuda en forma de medicinas. Esta semana visitó la sede de La Voz de Galicia junto a su madre, su esposa, Evelyn, y David, uno de sus dos hijos
Con la familia, recordando su pasado. Josy Fernández recorrerá toda la Comunidad hasta el próximo 23 de septiembre en busca de ayuda en forma de medicinas. Esta semana visitó la sede de La Voz de Galicia junto a su madre, su esposa, Evelyn, y David, uno de sus dos hijos GONZALO BARRAL

El edil, oriundo de Chantada, visita Galicia por primera vez en 30 años para buscar alimentos con los que atender a la gente de su municipio

21 sep 2019 . Actualizado a las 16:56 h.

Josy Fernández (Caracas, 1964) pasa unos días en Galicia, de donde son originarios sus padres. Regresó a la Chantada de sus ancestros por primera vez en treinta años. Viaja acompañado por su madre, que vive en Venezuela desde hace 52 años y presume de conservar toda su documentación con la etiqueta de residente porque nunca olvida su Galicia natal; con su mujer, Evelyn, y con el pequeño de sus dos hijos. «Me sorprende lo bonito que está todo y lo listos que son los gallegos», cuenta mientras confiesa haber engordado cuatro kilos en una semana. «Yo soy muy deportista, pero aquí es imposible levantarse de la mesa sin haber comido siete platos. Y todos riquísimos», añade.

-Supongo que no son unas vacaciones al uso.

-No, claro, con todos los problemas que tenemos en Venezuela eso no es posible. Hemos venido a Canarias y a Galicia para movilizar a toda la gente que podamos para conseguir que nos envíen medicinas para atender a las personas con problemas en los municipios opositores. Queremos que nos ayuden a que no se nos muera la gente.

-¿Tan grave es la situación?

-Mire, yo soy concejal desde hace veinte años y alcalde de mi municipio, que está situado en el área de la Gran Caracas, desde hace seis. Cuando gané las elecciones, se moría una persona de la tercera edad al mes. Ahora, la media es de unos veinte al mes.

-¿Por qué?

-Porque la mayoría de los jóvenes se han marchado, los mayores se han quedado solos, comen mal, no tienen recursos para comprar las medicinas, están solos, sufren depresión... A veces podemos pensar que el país más rico del mundo que un día fue Venezuela no tiene que pedir, pero la realidad es que nos morimos de hambre, de falta de medicamentos... Cualquier ayuda es bienvenida. Todos tenemos en el armarito de casa un blíster de pastillas que no necesitamos. Mándenlas, por favor. En Venezuela salvarán vidas.

-¿Han encontrado receptividad?

-Venimos de Canarias, de Las Palmas y Tenerife, donde nos hemos reunido con muchos alcaldes y hemos encontrado mucho apoyo. Se están organizando a través de las asociaciones de retornados para recoger los medicamentos y ponerlos en Venezuela. Todo el mundo quiere ayudar. Y se lo agradecemos.

-¿Y en Galicia?

-Estos días quiero reunirme con los alcaldes de las grandes ciudades para que habiliten puntos en los que los ciudadanos puedan dejar las medicinas y esas mismas asociaciones nos las puedan enviar. Estoy seguro de que Galicia no nos va a fallar tampoco.

-¿Y la Xunta?

-Estoy pendiente de una cita con el presidente Feijoo. Solo puedo tener buenas palabras hacia él, porque cuando el Sebin [la policía política madurista] se plantó ante mi casa, se portó fenomenal. Llamó al embajador de España para que nos atendiera de la mejor manera posible y diera resguardo a mi familia en caso de que intentaran detenernos. Estoy seguro de que también encontrará una manera de ayudarnos.

-¿Cómo contaría la situación actual de Venezuela a los españoles?

-La situación actual es de cierta anarquía. Nicolás Maduro se ha dado cuenta de que no puede gobernar y creo de verdad que está interesado, como nosotros, los opositores, en buscar una salida negociada y pacífica. Lo que de verdad preocupa a los jerarcas del régimen es qué va a pasar con la riqueza que han adquirido. Por eso, veo unas elecciones libres muy pronto, con un nuevo consejo electoral y con una transición ordenada.

-Muchos especialistas creen que es imposible esa salida pacífica por los intereses del madurismo.

-El cambio es irreversible. Juan Guaidó, el presidente legítimo, está haciendo todo lo necesario para que haya una salida pacífica. Trabaja de una manera inteligente y estamos buscando una salida no violenta para Venezuela. Nadie quiere una guerra civil. No queremos ser Siria, Libia o Ucrania. Queremos que se vayan. Si hay elecciones libres, le aseguro que más del 90 % de los venezolanos votarán en contra de Maduro. Estamos todos muy hartos de la situación.

-Pero da la sensación de que la proclamación de Juan Guaidó no ha servido para casi nada.

-Insisto en que buscamos una salida pacífica. Guaidó no quiere más sufrimiento. Él es la puerta para recuperar los últimos veinte años perdidos y está trabajando en Venezuela y en Barbados para conseguir las elecciones libres con las que todos soñamos. El Gobierno nos está presionando a los diputados y alcaldes opositores, pero todos estamos en el mismo barco. Guaidó es un gran líder y no cederemos.

-Estados Unidos ya ha dicho que la mesa de negociación de Barbados no sirve para nada.

-Nosotros creemos que sí. Entendemos que el equipo negociador allá, en perfecta coordinación y sintonía con Juan Guaidó dentro del país, está avanzando hacia esa salida negociada y pacífica. No queremos ser otra Cuba que perpetúe un régimen dictatorial y haremos todo lo posible para evitarlo.

-¿Y qué le parece la situación en España? ¿La sigue?

-Yo intento no meterme mucho en la política de fuera de mi país. Tengo que decir que lo que he visto en Canarias y en Galicia es bellísimo. Me sorprenden las quejas de alguna gente diciendo que España estará en diez años como Venezuela. Yo siempre les respondo lo mismo: peleen para que no ocurra. Tienen un país bellísimo, donde abren la nevera y hay alimentos, una sanidad ejemplar, una educación abierta, bonitas ciudades. No se quejen, peleen porque España siga siendo así muchos años más.