Al menos cinco muertos en Bagdad por los disparos de la Policía contra manifestantes

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

MURTAJA LATEEF | Efe

El domingo otros tres murieron cuando una multitud intentaba asaltar el consulado iraní en la ciudad chií de Kerbala. Más de 250 activistas murieron en octubre en Irak

04 nov 2019 . Actualizado a las 16:45 h.

Al menos cinco personas han muerto por los disparos realizados por las fuerzas de seguridad en el marco de la manifestación que ha tenido lugar este lunes en Bagdad en una nueva jornada de protestas contra el Gobierno de Irak. El domingo, otros tres manifestantes murieron cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra una multitud que intentaba asaltar en el consulado iraní en la ciudad chií de Kerbala.

Miles de personas han vuelto a concentrarse este lunes en varios puntos de la capital iraquí, para continuar con las manifestaciones contra el Gobierno, a pesar de las promesas del primer ministro, Adel Abdul Mahdi, de aplicar reformas y luchar contra la corrupción.

Uno de los puntos neurálgicos de las concentraciones durante la jornada ha sido el puente de Al Ahrar, donde se habrían registrado enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Fuentes de la Defensa Civil han confirmado el envío de ambulancias al lugar debido a que se han registrado heridos, sin facilitar un balance de víctimas, según ha informado la cadena de televisión iraquí Al Sumaria.

Por otra parte, grupos de manifestantes han bloqueado el acceso y provocado el cierre de edificios gubernamentales en las ciudades de Nasiriya y Nayaf.

Las protestas tienen lugar un día después de la muerte de tres manifestantes por disparos de las fuerzas de seguridad después de que un grupo de personas intentaran incendiar el consulado iraní en la ciudad de Kerbala, informa Europa Press.

Asimismo, llegan después de que Abdul Mahdi pidiera el fin de los disturbios. «Ha pasado un mes en la que se han paralizado los colegios, universidades y gran parte de la vida pública. Es el momento de que la vida vuelva a la normalidad en los mercados, colegios y universidades para que puedan abrir sus puertas», dijo.

En este sentido, argumentó que estos disturbios tendrán consecuencias adversas a largo plazo para los iraquíes de a pie, al tiempo que mencionó el desabastecimiento de mercancías procedentes del extranjero o de subidas de precios.

«Hemos reducido los horarios del toque de queda. Lo importante para el Gobierno es que se vuelva a la vida normal con el objetivo de proteger los derechos de la gente, incluidos los de los manifestantes pacíficos y evitar los incendios provocados y las agresiones», apuntó.

Esta vuelta a la normalidad no es incompatible con las formas «legales» de protesta, señaló. «Los manifestantes pueden expresar su opinión sin afectar la vida o los intereses públicos y privados. Depende de ustedes y este es uno de sus derechos», indicó.

«Su presencia en las plazas para expresar sus opiniones nos apoya para presentar reformas y aplicarlas y ese es uno de los factores más esenciales de la reforma y la presión si se hace de forma legal, de una forma correcta», remachó.

Más de 250 personas murieron en el mes de octubre en el marco de los enfrentamientos en el país durante las manifestaciones contra la crisis económica, el desempleo y la corrupción. La mayoría de los manifestantes fueron alcanzados por disparos en el pecho y la cabeza.