José Vicente Rangel, en 2004: «El Gobierno de Aznar estuvo implicado en el golpe de estado»

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Rangel, junto a Hugo Chávez, durante un acto de celebración por el día de la independencia
Rangel, junto a Hugo Chávez, durante un acto de celebración por el día de la independencia Nelson Castro / Efe

El que fuera número dos de Hugo Chávez acaba de fallecer a los 91 años por un paro cardíaco. La Voz lo entrevistó en la víspera del referendo revocatorio

18 dic 2020 . Actualizado a las 20:01 h.

El exvicepresidente venezolano José Vicente Rangel ha fallecido este viernes a los 91 años, según ha anunciado su familia en un mensaje publicado en la cuenta de Twitter del que fuera número dos de Hugo Chávez entre 2002 y 2007.

Esta entrevista fue realizada en agosto de 2004 por Julio A. Fariñas, enviado especial de La Voz de Galicia en Caracas. Se publicó en la víspera del referéndum revocatorio para decidir sobre la permanencia de Chávez en la jefatura del Estado. 

«El Gobierno de Aznar estuvo implicado en el golpe de estado»

José Vicente Rangel Cárdenas, con 75 años muy bien llevados es una de los políticos más veteranos y en activo de Venezuela. Abogado, periodista y candidato a la presidencia en tres ocasiones, el actual  vicepresidente  del gobierno venezolano, según la Constitución, si Chávez pierde el referendo revocatorio de hoy -hipótesis que él descarta de antemano -, mañana será automáticamente presidente en funciones de la V República Bolivariana de Venezuela. No es gallego pero uno de sus hijos nació en Santiago de Compostela donde él se graduó y su hija en Salamanca. 

-No le voy a preguntar por el revocatorio. Ya se habló mucho esos días. Me interesa más el hombre. El periodista que dio el salto a la política. El hombre de izquierdas que sigue en el Gobierno cuando otros  hombres de izquierda han dejado el barco. ¿Qué recuerdo guarda de esa etapa de su vida, la echa de menos?

-Yo echo de menos mi etapa en la oposición y muchas veces he hecho de oposición dentro del Gobierno. Tengo una gran añoranza del pasado porque me he encontrado muy cómodo en la oposición. Es mucho más fácil pedir agua que repartir agua. Cuando he ejercido el periodismo en todas sus formas también he disfrutado enormemente. Por eso me doy cuenta que el gobierno es un acto muy difícil. Con respecto a mis antiguos compañeros de lucha que hoy están en la oposición, lo que pienso es que quienes han cambiado son ellos. Yo sigo siendo antiimperialista. Para ellos Busch desapareció de la escena, no existe Iraq. Yo sigo fiel a mis principios, cuestiono la gestión de Busch, sigo siendo amigo de la revolución cubana, de la que ellos se beneficiaron y la chulearon, Para ellos Fidel es lo que dice la derecha maiamera. Para mí es un personaje histórico. Yo contra la revolución cubana no digo absolutamente nada hasta que no cese el bloqueo norteamericano.

-El periodista  se suele identificar  como contrapunto crítico, «mosca cojonera» de cualquier poder. Usted es poder, ¿se siente cómodo en su actual situación?

-Yo siempre me definí como el contrapoder en Venezuela y sigo siendo el contrapoder. El Gobierno propiamente no es el poder. El poder en Venezuela son los grandes grupos económicos, los medios de comunicación, la influencia de la embajada americana que monitorea a la oposición. Todos están contra el Gobierno. Por eso, estando en el poder, sigo siendo un luchador contra el poder, contra los poderes fácticos que  son los que en última instancia predeterminan el destino de las naciones.

-Usted se graduó en Santiago, tiene un hijo gallego, ¿cómo son sus relaciones con la comunidad gallega en Venezuela? ¿De qué lado de la raya los ve?

-No sé qué de qué parte me verán ellos, pero yo los veo a ellos a través de la laboriosidad, de su vocación por el trabajo. Constituyen una excelente comunidad en Venezuela. No tenemos conexión aunque mantengo relaciones con alguna gente que está en os sectores de la hostelería y el comercio. Mi hijo nació en Santiago de Compostela, mi hija nació en Salamanca y mi mujer en Santiago de Chile y yo de milagro nací en Venezuela.

-Venezuela es un paraíso, aunque bastante castigado por la acción del hombre. Hay grandes recursos humanos, ingentes recursos económico-financieros, materias primas, etcétera. Pero las infraestructuras del país están obsoletas, ¿por qué?

-Porque no se ha priorizado esa necesidad ya que la inversión ha sido desviada hacia otros fines. Yo sigo diciendo que la gran batalla en  Venezuela tiene que ser contra la miseria, contra la pobreza. Por eso el diálogo implica colocar en el centro de la discusión el tema de la pobreza.

-Hace ya bastantes años -en 1936- el escritor y periodista venezolano Uslar Pietri defendía la necesidad de «sembrar petróleo», de reinvertir los ingresos petrolíferos en riqueza productiva. Advertía que, de lo contrario, Venezuela acabaría convertida en un «país de parásitos e inútiles». ¿En qué medida se han cumplido sus profecías?

-Esas profecías se han cumplido, evidentemente. Yo creo que por primera vez se está sembrando el petróleo, pero no en la tierra, sino en los seres humanos. Cuando 16 millones de venezolanos tienen acceso a un médico, que antes no tenían, esa es una manera de sembrar el  petróleo.

-Usted presume de ser un gran defensor de los derechos humanos, como acredita en su último libro «Expediente Negro», sobre los desaparecidos en Venezuela.  Pero el pasado 30 de junio José Manuel Vivanco, en nombre de Human Rights Watch se dirigía por carta al presidente, a usted y a varios miembros del Gobierno para expresar su preocupación sobre las respuestas del gobierno al informe «Manipulando el Estado de Derecho: Independencia del poder judicial amenazada en Venezuela», presentado recientemente en Caracas.  

-Quien suscribe esa carta es un mercenario. Se le han dado todo tipo de explicaciones de cómo se están tratando de corregir los fallos de la Justicia, sin embargo en sus declaraciones ese señor solo recoge los puntos de vista de la oposición. No le doy ninguna validez a lo que dice.

-En su rueda de prensa del jueves el presidente Chávez fue muy duro con el expresidente español José María Aznar.

-Se lo buscó. El gobierno español de Aznar fue imprudente, fue impertinente. No tenía por qué adoptar la actitud que adoptó frente al presidente Chávez que siempre fue cordial con él. En el golpe del 11 de de abril de 2002 estuvo involucrado el gobierno español. El embajador Manuel Viturro  fue de los primeros visitantes a Miraflores cuando Carmona era presidente y comprometió seriamente las relaciones entre España y Venezuela. Durante el gobierno de Aznar fue demasiado evidente la relación de la embajada española con el golpismo y con la oposición venezolana.

-¿Qué expectativas se abren con la llegada de Zapatero?

-Muy buenas, ya ha habido diálogo.

-Hay etarras en Venezuela, ¿qué piensan hacer con ellos?

-Esos etarras vinieron a Venezuela durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, no los trajo Chávez. Hay un control policial estricto sobre ellos. Pero hay un dato humano que es muy importante: se han casado con venezolanos o con venezolanas, tienen hijos venezolanos, fueron acogidos por el estado venezolano. Si ellos actúan fuera de la ley y se involucran en acciones políticas o terroristas contra España, se tomarían medidas contra ellos. Mientras tanto, no.