Los cambios que desde el 1 de enero afectarán a un país con cerca de 15.000 gallegos
INTERNACIONAL
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Comercio, transportes, educación o energía se verán alterados por el acuerdo
26 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El acuerdo alcanzado in extremis entre la UE y el Reino Unido, donde residen más de 14.700 gallegos, abarca el comercio de bienes y servicios, pero también una amplia gama de otras áreas de interés para la UE, como la inversión, la competencia, las ayudas estatales, la transparencia fiscal, el transporte, la energía y la sostenibilidad, la pesca, la protección de datos y la coordinación de la seguridad social. Estos son algunos de los puntos que cambiarán a partir del 1 de enero:
Sin cuotas ni tarifas
Habrá libre intercambio de bienes y servicios sin tarifas (aranceles) y sin cuotas (volumen máximo de cada producto), aunque el resultado implica más restricciones que las vigentes en el actual período de transición.
Adiós al Erasmus
El Reino Unido se queda fuera del Programa Erasmus, por lo que irse a estudiar a una universidad británica ya no será tarea sencilla. Habrá que pasar por una embajada y tramitar un visado.
Competencia y medio ambiente
El acuerdo incluye un mecanismo de resolución de disputas para garantizar la competencia justa entre las dos partes, mediante el que Bruselas podrá imponer sanciones en forma de aranceles a Londres si rebaja sus estándares. El Reino Unido podrá hacer lo mismo con los Veintisiete si es el club comunitario el que aprueba unos estándares más laxos. También se han comprometido a mantener unos niveles elevados de protección en ámbitos como el medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y la fijación de los precios del carbono. Incluye además los derechos sociales y laborales, la transparencia fiscal y la ayuda estatal.
Transporte
El acuerdo prevé una conectividad continua y sostenible por aire, carretera, ferrocarril y mar, aunque el acceso al mercado está por debajo de lo que ofrece el Mercado Único. Los derechos de los trabajadores y la seguridad del transporte no deberían verse menoscabados.
Frontera
Se impondrán controles aduaneros con el Reino Unido, con lo que se da por hecho que seguirán viéndose largas colas de camiones de mercancías en puertos como el francés de Calais y o el británico de Dover.
Servicios financieros
Los servicios financieros londinenses estarán fuera del mercado único a partir del 1 de enero y quedarán sujetos a las decisiones que uno u otro bloque tomen sobre cada compañía en función de las normas de los reguladores de mercado del otro lado.
Ciudadanos
Quienes antes del brexit ya vivían al otro lado tienen sus derechos protegidos, no así los ciudadanos de la UE que trabajen, viajen o se trasladen al Reino Unido y a los nacionales del Reino Unido que trabajen, viajen o se trasladen a la UE a partir del día 1.
Migración y movilidad
Los británicos no podrán circular libremente, instalarse y trabajar o estudiar en cualquier Estado miembro de la UE con los mismos derechos que un nacional del país, y viceversa con los europeos en el Reino Unido.
Los visitantes británicos que quieran acceder a la UE por motivos turísticos o laborales temporales necesitarán a partir de enero un pasaporte válido y deberán solicitar un visado para estancias superiores a 90 días.
Seguridad y terrorismo
El Reino Unido ya no tendrá acceso a la base de datos sensibles de la UE en materia de seguridad y justicia, ya que no participará en Europol ni en Eurojust, aunque se establecen mecanismos para el intercambio rápido de datos e información sobre amenazas transfronterizas a la seguridad sanitaria e intercambio de información clasificada.
Frost y Barnier, los encargados de sellar el divorcio
R. C.
El proceso de salida de la Unión Europea ha tenido a lo largo de estos años diversos actores, pero los auténticos artífices del acuerdo han sido Ursula von der Leyen, Boris Johnson, Michel Barnier y David Frost. Los dos últimos han sido los principales actores de diez meses de tensiones.
MICHEL BARNIER
El guardián de la UE. Desde que tomó posesión en mayo del 2016 como jefe negociador de la UE para el brexit, Michel Barnier ha sido un rostro casi omnipresente en todas las reuniones y arduas negociaciones con la parte británica. En los últimos cuatro años y medio su agenda ha sido frenética. Nombrado por Jean-Claude Juncker, exjefe del Ejecutivo comunitario, a Barnier siempre le ha precedido la fama de hombre pragmático y hecho a sí mismo, además de su avalada experiencia tras haber sido comisario de Mercado Interior en plena crisis económica y ministro francés de Exteriores, Medio Ambiente y Agricultura. Cuando fue designado para liderar a un equipo de una treintena de expertos de la Unión para llevar a buen puerto la salida del Reino Unido era visto por la prensa sensacionalista británica como el «enemigo» de Reino Unido, «azote de la City» de Londres e incluso llegó a ser catalogado como «el hombre más peligroso de la UE». Sin embargo, durante todo este tiempo ha sabido dosificar su firmeza con una hábil gestión negociadora, haciendo concesiones sin saltarse las principales líneas rojas.
Aun así, a Barnier, de 69 años, se le ha identificado estos últimos meses como una de las voces más duras en la negociación, en sintonía con Macron.
daVID FROST
El europeísta desencantado. Homólogo de Barnier por la parte británica, David Frost, de 55 años, ha sido el gran representante del Gobierno de Reino Unido en la complicada negociación del brexit. Este diplomático del norte de Inglaterra que trabajó en Bruselas y fue embajador en Dinamarca, se ha presentado como un ejemplo del desencanto con la Unión. Prueba de ello es que en 1993 comenzó su andadura con una actitud en favor del club comunitario y, 23 años después, fue uno de los defensores del voto por la salida británica.
Lobista de la asociación del whisky escocés, Frost fue catapultado por Johnson al papel de negociador tras escribir un par de artículos probrexit en los que citaba a dos figuras, el laborista Clement Attlee y el tory Winston Churchill, de los cuales dice que ya vieron los riesgos de esta unión pero no se atrevieron en su día a oponerse a ella.
Su postura le ha hecho ganarse la total confianza de Johnson. Además, ha sido promovido a futuro presidente del Consejo Nacional de Seguridad, aunque no tiene experiencia, y ascendido a los lores. Un logro nada desdeñable para alguien sin gran prestigio entre sus colegas de la diplomacia.