Conflicto en Ucrania: EE.UU. y Rusia se acusan mutuamente en la ONU de avivar la tensión bélica
INTERNACIONAL
Washington identifica al círculo de Putin amenazado de sanciones
01 feb 2022 . Actualizado a las 10:25 h.La tensión bélica sobre Ucrania se trasladó este lunes al Consejo de Seguridad de la ONU. La reunión fue un diálogo de sordos en el que Estados Unidos y Rusia se acusaron mutuamente de avivar la crisis. El embajador ruso, Vasili Nebenzia, negó que su país tenga planes de invadir Ucrania e incluso que haya desplegado a 100.000 soldados cerca de la frontera con ese país. «¿De dónde ha salido esa cifra?», dijo. «Las acciones hablan por sí solas», le respondió escéptica la representante estadounidense, Linda Thomas-Greenfield.
El embajador de Ucrania, invitado por la presidencia noruega al debate, cifró el número de soldados rusos en 112.000 si se suman los presentes en la península de Crimea (anexionada por Rusia en el 2014) y recordó que «la militarización actual de Crimea, el mar Negro y el mar de Azov es una auténtica amenaza para su país».
Los países del bloque occidental que tomaron la palabra además de EE.UU. —Reino Unido, Francia, Noruega, Irlanda y Albania— repitieron uno tras otro que Rusia está amenazando la seguridad de Ucrania y la de Europa entera recurriendo a una lógica ya superada de esferas de influencia y bloques «más propia de la Guerra Fría», como dijo el representante de Albania.
Nada que ver con el complot occidental que dibujó el embajador ruso: «Apoyaron el golpe del 2014 en Kiev que llevó al poder a nazis rusófobos [y ahora] están lavando el cerebro a ucranianos a los que se impregna de rusofobia y se les dice que deben sumarse a toda costa a la Unión Europea y a la OTAN». Incluso acusó a los aliados de la división de la Iglesia ortodoxa y el abandono del ruso, «lengua materna de muchos ucranianos».
Nebenzia dijo que Occidente está fomentando una especie de «histeria colectiva» porque mientras que Rusia está por la distensión —aseguró— , «vemos una retórica en la que parece que la están pidiendo [la guerra], están esperando que ocurra». Y aunque defendió el derecho de su país a desplegar tropas «en nuestro territorio», criticó la que llamó «hipocresía» de EE.UU., un país que cuenta con 700 bases y 165.000 militares desplegados en el mundo, 60.000 de ellos en suelo europeo.
Frente al enfrentamiento de Rusia con EE.UU. y los países europeos, quedó claro que los demás países del Consejo no se sienten involucrados en este conflicto, a excepción de la defensa que hizo China de su aliado ruso.
Sanciones duras contra las élites rusas
Estados Unidos ya tiene identificados a varios miembros del círculo cercano al presidente Vladimir Putin para imponerles sanciones «duras» en caso de que Rusia invada Ucrania, afirmó a Efe una alta funcionaria estadounidense, que pidió el anonimato. «Hemos desarrollado paquetes específicos de sanciones contra las élites rusas que cumplan ciertos criterios y contra sus familiares, de forma coordinada con nuestros aliados», añadió. «Las personas que hemos identificado como mínimo, son cómplices del comportamiento desestabilizador del Kremlin», agregó.
«Los secuaces de Putin ya no podrán usar a sus esposas u otros familiares para evadir las sanciones, que les dejarán fuera del sistema financiero internacional», añadió. En concreto, la Administración Biden los posibles sancionados son o bien miembros de la junta directiva del Gobierno ruso, o bien tienen lazos con algún sector económico importante o son familiares de estos.
Los soldados de la OTAN no pisarán suelo ucraniano
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, descartó el domingo el despliegue de tropas aliadas en territorio ucraniano si Rusia invade el país. Fue taxativo al justificar esta decisión: «Ucrania no es un aliado de la OTAN». Y también se mostró tajante al definir que el papel de los aliados consiste en apoyar a este país y disuadir al Kremlin del uso de la fuerza contra Kiev. Pero «no» habrá un solo soldado aliado que pise suelo ucraniano para luchar contra los rusos.
Las palabras de Stoltenberg no descubren nada nuevo, aunque sí haya habido líderes políticos que se han dedicado a jugar con el significado del término «apoyo» y su alcance. Sin embargo, las normas de intervención de la OTAN indican que un ataque sobre un aliado «generará una respuesta de toda la Alianza», pero este criterio no resulta evidentemente ajustado al caso de la antigua república soviética.
Oferta británica
Sus declaraciones se produjeron justo un día después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, ofreciera a la OTAN el mayor despliegue militar de un país aliado desde el inicio de la crisis. En un sorprendente comunicado emitido la noche del sábado, el premier dijo que, aparte de armas, aviones y barcos, está dispuesto a duplicar los 1.150 militares que ahora tiene repartidos en Europa del Este —un centenar de ellos en la propia Ucrania, en labores de entrenamiento desde el 2015— y enviar «armas defensivas» a Estonia. Para la prensa británica, la repentina forma en la que Johnson se ha volcado en la crisis ucraniana tiene mucho que ver con su propia crisis interna. Este lunes, su anunciada llamada telefónica a Putin fue cancelada.
El que si habló con Putin fue el presidente Emmanuel Macron, que mantuvo una nueva conversación telefónica en la que ambos expresaron su intención de seguir en contacto. A la vez, Francia anunció el envío de una fragata al mar Negro. También ha programado vuelos de sus cazas Rafale con base en el portaviones Charles de Gaulle, que comenzará maniobras en el Mediterráneo oriental, acompañado de tres fragatas, un barco de avituallamiento y un submarino nuclear.