«Esta guerra no es de rusos contra ucranianos, es de Putin contra Ucrania»

INTERNACIONAL

Oscar Vázquez

Medio centenar de emigrados del país invadido claman ayuda de Galicia para frenar la guerra y advierten que si no se logra, se extenderá a otras naciones

27 feb 2022 . Actualizado a las 01:03 h.

Nervios, tensión acumulada, rabia y clamor pidiendo ayuda a Galicia y a Europa por parte de algo más de medio centenar de ucranianos residentes en Vigo que se concentrados hoy para impulsar una corriente de respaldo a la población de su país para que no se les abandone a su suerte y a los designios de Vladimir Putin. «Pedimos a toda la humanidad que ayude a Ucrania, se lo pedimos especialmente a Europa, a todo el mundo, es nuestra única esperanza», rogó Lyudmila Pyslar, ucraniana que lleva 23 años en Vigo y que mezcla en su sangre ADN bielorruso, rumano y ucraniano. Defensora de su presidente, Volodomir Zelenski, considera que es «lo mejor que le ha pasado al país en 30 años», decía respondiendo a un viandante que culpó al mandatario ucraniano del conflicto. «¿Usted que es separatista?», le increpó ella mientras las banderas amarillas y azules se desplegaban a la entrada de la viguesa calle del Príncipe y los concentrados entonaban el himno de su país. 

Apoyada por medio centenar de vigueses, la protesta contra la invasión de Ucrania, contó también con el apoyo de ciudadanos rusos. «¿Cómo no voy a estar aquí apoyando a mis amigos? Con ellos me reúno, hacemos fiestas, ¿cómo no voy a condenar la guerra? Estoy avergonzada», confesaba Svetlana, una rusa de Siberia. Pide que no se revele su apellido por miedo a las consecuencias que le pueda generar en Rusia y tras recomendárselo así su esposo, a la vez que inciden en que las declaraciones en Rusia contra la guerra están prohibidas y pueden generar graves consecuencias. «Esta no es una guerra de rusos contra ucranianos, Los rusos no somos agresores. Esta guerra tiene su propio nombre, es Putin contra Ucrania», pide que se matice así a la hora de hablar de la crisis bélica desatada esta semana. «No es un conflicto, le pido que no digan eso, es una guerra que se está produciendo en Ucrania, una invasión», matiza también Marta Skyba, ucraniana de Lviv, donde cuenta que las colas de coches con mujeres, niños y ancianos que se dirigen a Polonia alcanzó la pasada noche 25 kilómetros de longitud. Casada con un gallego y residente en Vigo desde hace algo más de ocho años, hace también su ruego: «Le pido a los diputados y senadores españoles que hemos elegido que nos ayuden, que no miren para otro lado. Putin ha hecho lo mismo que Hitler, ha atacado por la noche empezando una guerra porque quiere hacer otra URSS», advierte Skyba. «Cuando caiga el último soldado en Ucrania, seguirá hacia otros territorios», avisa también. 

Los concentrados no confían demasiado en los avances que puedan surgir por la vía del diálogo con Putin, no se fían de su palabra, y aseguran que las bajas se registran en Ucrania desde el 2014 en una estrategia del presidente ruso que creen persigue contar con el mayor territorio posible entre Rusia y la Unión Europea. 

Oscar Vázquez

La vida en común entre los eslavos de Galicia se está viendo afectada por la guerra, puntilla al aislamiento obligado de los últimos meses por el covid. «Cada uno lleva esta guerra en su cabeza, en su casa. Nos ha separado lo que está pasando, porque hay visiones diferentes», reconoce la rusa Svetlana que aún así quiere mostrar visiblemente su apoyo a los ucranianos. «No es una guerra de los rusos», insiste mientras los concentrados gritan «¡paz vale más que el gas!». La desconfianza de los ucranianos hacia algunos miembros del grupo formado hace un tiempo de Eslavos en Galicia, también es patente. «Esa está pagada por el consulado, le paga el Gobierno de Rusia», aseguraba Pyslar separándose de algunos perfiles reconocibles del colectivo. 

Nikita, Alexei y Anastasia, tres pequeños de padres ucranianos situados en primera fila de la concentración piden «que se acabe ya la guerra. Queremos que no haya guerra», subrayan. 

 

Oscar Vázquez

Rezo de las confesiones cristianas por la paz

Fieles de diferentes confesiones cristinas se reunieron ayer en el antiguo templo parroquial de Santo Tomé de Freixeiro para rezar por la paz en Ucrania y en el mundo y pedir por los desplazados y refugiados que está generando la invasión rusa sobre Ucrania. El acto estuvo organizado por los cristianos ortodoxos de Vigo, colectivo formado mayoritariamente por ucranianos que tienen en el tempo de A Pastora su lugar de rezo habitual. La diócesis de Tui-Vigo se sumó al rezo, atendiendo a la petición del papa. foto óscar vázquez