Las claves de medio siglo de conflicto en el Sáhara Occidental

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Ejército de tierra del Frente Polisario en el Sáhara, en 1999.
Ejército de tierra del Frente Polisario en el Sáhara, en 1999.

El Gobierno español da un giro histórico al apoyar el plan de autonomía de Marruecos

19 mar 2022 . Actualizado a las 18:26 h.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha dado un viraje histórico en la postura que mantenía España respecto al Sáhara Occidental, al apoyar por primera vez el plan de Marruecos para la autonomía de esta antigua colonia española anexionada por su país vecino, con el que afronta un conflicto desde hace casi 50 años para conseguir su independencia. España rompe, con esta decisión, la posición neutral respecto al Sáhara Occidental mantenida durante décadas, para apostar por la propuesta presentada por Marruecos en el 2007 como «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa» sobre la soberanía del Sáhara, en palabras del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

¿Cómo se originó el conflicto?

El contencioso sobre el Sáhara Occidental se inició en 1975, cuando Marruecos aprovechó la fragilidad de un Gobierno español sumido en los estertores del franquismo y el proceso de descolonización de ese territorio, cuya ocupación había iniciado más de un siglo antes. El rey Hasán II se anexionó el Sáhara tras traspasar su frontera con la llamada Marcha Verde, operación llevada a cabo el 6 de noviembre de ese año, en la que situó a unos 350.000 civiles marroquíes frente a la frontera española. Esta fue la respuesta del rey marroquí ante el proceso de descolonización de este territorio de 266.000 kilómetros cuadrados, y ante la iniciativa de España y de la ONU de elaborar un censo como paso previo a la celebración de un referendo de autodeterminación del Sáhara. Al tiempo que el rey alauí aprovechaba la agonía de Franco para anexionarse el territorio, el Frente Polisario proclamó en 1976 la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y entró en guerra con Mauritania y Marruecos. 

¿Cuándo se firmó la paz y qué papel jugó la ONU?

Con Mauritania, el Frente Polisario firmó  la paz en 1979, y con Marruecos, el alto el fuego en 1991. Marruecos y el Polisario aceptaron entonces un plan de la ONU que preveía este alto el fuego y el control de la Misión de Naciones Unidas para el referendo (Minurso), de acuerdo con una serie de propuestas aceptadas en 1988 por Marruecos y el Frente Popular para la Liberación de Saguía el-Hamra y de Río de Oro. Ese plan de arreglo, tal como fue aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU en el 91, establecía un período de transición para preparar la celebración de un referendo. En esta consulta, el pueblo del Sáhara Occidental debía elegir entre la independencia o permanecer dentro de la órbita de Marruecos. 

¿Cuál es la postura de la ONU?

La ONU ha jugado un papel como garante de los derechos humanos y de la autodeterminación de los pueblos en los procesos de descolonización en África desde la década de los sesenta, pero fue clave en la consolidación de las garantías democráticas en el Sáhara con la creación de la Minurso. Tras el alto el fuego alcanzado entre Marruecos y el Frente Polisario en 1991, debía haberse llevado a cabo un referendo de autodeterminación, pero este nunca llegó a celebrarse. En marzo del 2016, las autoridades marroquíes exigieron la retirada de la mayoría del personal civil de la Minurso de su territorio por unas declaraciones del entonces secretario general, Ban Ki-moon, sobre la «ocupación» de Marruecos que desataron la ira de Rabat y la ONU aprobó en abril de ese año una resolución para prorrogar el mandato de la Minurso y comenzar a partir de ahí una fase de negociaciones más intensa. Al tomar partido por Marruecos, España se aleja de la postura mantenida respecto al Sáhara, alineada hasta ahora con las Naciones Unidas.

¿Cuándo presentó Marruecos su plan de autonomía?

 Rabat presentó el plan de autonomía para el Sáhara en el 2007 ante las Naciones Unidas. Esa hoja de ruta, que ahora cuenta con apoyos en la comunidad internacional antes inexistentes, supone enterrar de facto cualquier perspectiva de independencia para la antigua colonia española, rica en distintos recursos naturales, como los fosfatos. El Sáhara quedaría de esta manera bajo los designios de Rabat. Marruecos presentó su propuesta para la excolonia española como «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa», en palabras textuales del Gabinete Real marroquí en un comunicado, que ha hecho suyas también el Ejecutivo español a través de unas declaraciones, este viernes, del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. El Gobierno de Sánchez cambia sustancialmente su postura respecto a las declaraciones del presidente español ante la Asamblea General de la ONU el pasado septiembre, cuando abogaba por una «solución política justa, duradera y aceptable para todas las partes de acuerdo con las resoluciones de la ONU, que prevea la libre determinación del pueblo saharaui». En el 2008, Zapatero respaldó el plan de autonomía de Rabat, pero de forma más sutil.

¿Cómo ha reaccionado el Frente Polisario?

Para el Frente Polisario, el plan de autonomía de Rabat siempre ha sido una opción inasumible. Defiende un referendo que incluya entre sus opciones la autodeterminación total del Sáhara. Marruecos propone al Frente Polisario, que controla la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), un nuevo escenario de convivencia que, según Rabat, «favorece la reconciliación». Al consolidar las relaciones con Rabat, Madrid rompe con una tradición diplomática que ha tratado de mantener un equilibrio entre sus vecinos del norte de África: Marruecos y Argelia, este último país, principal valedor internacional del Frente Polisario y mayor suministrador de gas natural a España. La organización saharaui señala una «traición» del Gobierno español al Sáhara Occidental y considera que con ella sucumbe «a la política del miedo utilizada por Marruecos».

 ¿Qué órganos y competencias tendría el Sáhara?

Rabat siempre ha descartado la independencia del Sáhara. Tan solo contempla que el territorio siga dentro de su órbita, con cesiones de ciertas competencias. Así, según el plan marroquí, que también sería sometido a referendo, el Sáhara Occidental dispondría de sus propios órganos legislativo, ejecutivo y judicial, aunque los dictámenes de todos ellos deberían ajustarse a los criterios nacionales. El Estado cedería de esta forma a la «región autónoma» ciertas competencias en materia de economía, infraestructuras, desarrollo social y cultura, entre otros ámbitos, mientras que se reserva ámbitos clave como defensa, relaciones exteriores o religión, que recaen de forma específica bajo control del rey Mohamed VI. Rabat no plantea su iniciativa como una imposición unilateral, sino que la ve como una herramienta para llegar a una solución «mutuamente aceptable». Quince años después de su presentación, sin embargo, no ha servido para desatascar el proceso y el Polisario mantiene a día de hoy que solo apoyará un referendo de autodeterminación.

¿Cómo responde Argelia a la decisión de España?

El Gobierno argelino ha expresado este sábado su «sorpresa» por el apoyo de España al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental y ha llamado a consultas a su embajador en Madrid. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD), principal aliado y protector del Frente Polisario, lamenta, como su aliado, la decisión de España de apoyar la iniciativa de autonomía para el Sáhara propuesta en el 2007 por Marruecos, al considerarla «una desviación peligrosa», que contradice «absolutamente» la legitimidad internacional. Argelia es el mayor suministrador de gas natural a España. El Gobierno confía en que la perspectiva de mayores compras de gas al país (clave en el suministro energético en la invasión rusa de Ucrania) por parte de España y la UE calme a Argel ante este giro de política exterior sobre el Sáhara.

¿Quiénes respaldan el plan de autonomía de Marruecos?

Entre quienes han respaldado el plan de autonomía marroquí figura Francia, un aliado clave de Marruecos, al que no ha dudado en defender en escenarios clave. Además de España, también Alemania ha dejado claro su apoyo la iniciativa de Rabat tras la llegada al Gobierno de la coalición encabezada por Olaf Scholz, que dio, el pasado enero, un paso similar al de España alabando el plan de autonomía marroquí. EE. UU. ha reiterado también su apoyo al plan de Marruecos para el Sáhara tras el respaldo del Gobierno español a Rabat.