Hay activos congelados de oligarcas y empresas por 30.000 millones
09 abr 2022 . Actualizado a las 10:08 h.La Unión Europea (UE) dio luz verde ayer al quinto paquete de sanciones contra Rusia por negarse a detener la guerra en Ucrania. Esta nueva ronda de penalizaciones, por valor de unos 23.500 millones de euros, incluye la prohibición de comprar carbón ruso. Un veto que dejará al Kremlin sin 8.000 millones de euros anuales —el equivalente al 5 % de lo que ingresa por el gas—.
El 25 % de las exportaciones rusas de este mineral acaban en la UE, según Bruselas. Algunos países, como Alemania, lo necesitan para cubrir casi la mitad de sus necesidades. Ahí radica la negativa del canciller alemán, Olaf Scholz, a aumentar la ambición y alcance de las sanciones. Ayer mismo aplaudió la moratoria de cuatro meses que logró pactar para dar tiempo a las empresas germanas a buscar alternativas.
En algunas cancillerías europeas se está agotando la paciencia, no solo en los países Bálticos. Se multiplican las voces que demandan un castigo ejemplar al Kremlin, sin medias tintas. Y apuntan en una dirección: el petróleo. «¿Qué preferimos, la paz o tener aire acondicionado?», deslizó esta semana el primer ministro italiano, Mario Draghi. Y no fue el único. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, admitió que las sanciones energéticas al petróleo y el gas serán necesarias tarde o temprano. En la misma línea se expresó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien aseguró que antes o después habrá veto al crudo. Este mismo lunes está previsto que los ministros de Exteriores de la UE debatan sobre esa posibilidad.
Lo cierto es que los Veintisiete enfilan sus pasos en esa dirección, a pesar del rechazo de Alemania, Austria y Hungría. Muestra de ello es que en el nuevo paquete también se prohíbe la venta de catalizadores y aditivos para el refino de petróleo, necesarios para producir gasolina y diésel.
Lista negra
La UE también ha añadido 217 nuevos individuos y 18 entidades a la lista negra de sancionados, entre ellos 179 miembros de los llamados «gobiernos» y «parlamentos» prorrusos de las regiones de Donetsk y Lugansk (este de Ucrania).
Según reveló ayer la Comisión Europea, la UE ha congelado ya activos rusos por valor de casi 30.000 millones de euros, incluidos barcos, helicópteros, propiedades inmobiliarias y hasta obras de arte. Además, se han bloqueado alrededor de 196.000 millones de euros en transacciones.
Vodka, caviar y madera
También se ha autorizado el veto a la compra de cemento, madera, vodka y caviar. Un zarpazo que dejará al Kremlin sin otros 5.500 millones de euros.
No solo las compras estarán bien vigiladas. Ninguna empresa asentada en la UE podrá vender a Rusia computadoras cuánticas, semiconductores avanzados, maquinaria sensible, transporte y químicos, incluidos los compuestos para refinerías. En su conjunto, las restricciones comerciales le costarán a las empresas europeas la pérdida de 10.000 millones de euros en ingresos.
¿Qué ocurre con las compañías rusas de transporte terrestre y marítimo? No podrán operar en la UE. Tampoco las bielorrusas. Excepto si es para suministrar medicamentos, comida, energía o por razones humanitarias.
Ninguna firma ni particular ruso podrá participar en contratos públicos en la UE. Tampoco habrá dinero comunitario para proyectos energéticos o programas educativos como el Erasmus+.
Los Veintisiete también han acordado prohibir cualquier transacción y congelar activos de cuatro bancos rusos, que representan el 23 % de la cuota de ese mercado. Además, nadie podrá transferir criptoactivos a aquel país y ningún profesional de la UE podrá prestar asesoramiento fiscal a nacionales rusos para poner a salvo sus patrimonios.
Desde que comenzó la guerra, y a consecuencia de las sanciones, las exportaciones de la UE se han contraído un 5,6 %. Sus importaciones, un 3,4 %. Rusia lo lleva peor. Las ventas se han reducido un 5 % y las compras hasta un 9,7 %, según cifras del Instituto Kiel para la Economía Mundial, recogidas por Efe.