La primera ministra de Macron se juega el cargo en las legislativas

ASUNCIÓN SERENA PARÍS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Elisabeth Borne, nueva primera ministra de Francia.
Elisabeth Borne, nueva primera ministra de Francia. BENOIT TESSIER | Reuters

Los miembros del Gobierno que no obtengan un escaño están obligados a dimitir, tras una ley impuesta por Sarkozy en el 2007

17 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo domingo, todo el mundo estará pendiente de los resultados de la segunda vuelta de las legislativas de Francia, y de cuál será el grado de dependencia de Emmanuel Macron de sus aliados, afines u opositores, salvo si, desafiando a todos los sondeos, logra renovar la mayoría absoluta. Pero al mismo tiempo, se darán cientos de historias personales, de los 577 candidatos que ganen y las de otros tantos que pierdan. Sobre todo en lo que concierne a los miembros del Gobierno, incluida la primera ministra Elisabeth Borne, ya que si no logran un escaño tendrán que dimitir, como obliga una ley impuesta por Nicolas Sarkozy en el 2007. En total se presentan quince ministros, y todos ellos han pasado a la segunda vuelta, pero unos lo tendrán más difícil que otros para confirmar el escaño.

Borne, que es la primera vez que es candidata a unas elecciones, se presenta en la sexta circunscripción de Calvados, donde no tendrá muchas dificultades para salir elegida, al igual que el ministro de Solidaridad, Damien Abad (a pesar de que tras su nombramiento fue acusado de violación por dos mujeres); el de Interior, Gérald Darmanin, o el de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, que se enfrentarán a un candidato de la coalición de izquierda (Nupes), mientras los titulares de Sanidad, Brigitte Bourguignon, y Comercio Exterior, Franck Riester, se enfrenta a candidatos de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN).

Quienes lo tienen más difícil son los ministros de Europa, Clément Beaune, y de la Función Pública, Stanislas Guerini, dos pilares del macronismo, que parten con desventaja frente a sus adversarios de la izquierda.

Marine Le Pen se ve obligada a ir a la segunda vuelta a pesar de que obtuvo el 53,96 % de los votos porque no representaban al 25 % del electorado, pero lo tiene fácil frente a su contrincante ecologista, que no obtuvo más que el 23,43 % de sufragios.

Y también saborea las mieles de la victoria Manuel Bompart, exdirector de campaña de Jean-Luc Mélenchon, que ha obtenido un 56,4 % de votos, a cuarenta puntos de la candidata macronista, y no tendrá mayores dificultades para ganar su escaño en la Asamblea Nacional, donde se convertirá en uno de los pilares del grupo de La Francia Insumisa.

El fracaso de Zemmour

Entre los grandes fracasos figura el de Eric Zemmour, que ha quedado reducido a un epifenómeno político, pasando de dominar el paisaje mediático-político, a quedar eliminado en las presidenciales y en las legislativas.

Otra personalidad que ha probado las hieles de la derrota es Jean-Michel Blanquer, el antiguo ministro de Educación de Macron. Los electores de Montargis han preferido votar por los candidatos de RN y la Nupes, que se disputarán el escaño de su circunscripción en la segunda vuelta.

Otra de las enseñanzas de la primera vuelta es que Macron pierde terreno en las principales ciudades del país: París, Marsella y Lyon. En la capital, los candidatos de la coalición de izquierdas han arrasado. Han terminado primeros en doce de las dieciocho circunscripciones, e incluso tres de ellos han logrado la proeza de obtener directamente su acta de diputados: Danièle Obono, Sarah Legrain y Sophia Chikirou.

Los resultados de Marsella están marcados por el fuerte retroceso del campo de Macron, que ya ha perdido 4 de sus 9 escaños, y de Los Republicanos, que también han perdido 4 de 5, mientras que los candidatos de la Nupes se imponen en diez circunscripciones, junto a un fuerte aumento de la presencia del partido de Le Pen que ha logrado calificarse para la segunda vuelta en ocho.

En Lyon, la izquierda había desaparecido dejando el terreno a La República en Marcha, pero esta vez se han tomado la revancha y están codo con codo.