La fiscala Braverman apoya a Truss para liderar a los «tories»

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

La jefa de la diplomacia británica, Liz Truss
La jefa de la diplomacia británica, Liz Truss TOBY MELVILLE | REUTERS

Sunak dice que bajará impuestos tras poner orden en las cuentas

15 jul 2022 . Actualizado a las 19:53 h.

Las alianzas y pactos dentro del Partido Conservador no cesan. Tras caer eliminada el jueves en la segunda votación para elegir al sucesor de Boris Johnson, la fiscala general Suella Braverman ha decidido apoyar a la ministra de Exteriores, Liz Truss, en su carrera para convertirse en líder de la formación y en la tercera primera ministra del Reino Unido.

«Liz es, sin duda, la candidata mejor situada para llegar a la última votación y luchar allí por las cosas en las que creemos», escribió Braverman este viernes. Sin embargo, en su declaración la exaspirante alabó a la exsecretaria de Estado de Igualdad Kemi Badenoch, de la que dijo que es una gran candidata, que seguramente será «una gran primera ministra algún día». En su opinión, Badenoch no tiene los respaldos suficientes dentro de la organización para llegar hasta el final de la contienda y por ello consideró que «lo realista» es respaldar a la jefa de la diplomacia.

El respaldo de la fiscala a Truss ha sido bien recibido en el equipo de campaña de la ministra, donde los nervios comienzan a cundir de cara a la tercera votación, prevista para el lunes. ¿La razón? Los decepcionantes resultados obtenidos en las dos primeras rondas, en las que Truss quedó tercera. Esto, a pesar de que hasta hace solo unas semanas las encuestas la colocaban como la candidata con más posibilidades de suceder a Johnson.

La danza de las ofertas

Este viernes los cinco candidatos que siguen en la contienda participaron en un debate online, organizado por la Casa Conservadora, una de las organizaciones de base del partido más importantes. Todos se comprometieron a seguir respaldando a Ucrania frente a la invasión rusa, también prometieron «recuperar la confianza de la ciudadanía» en el Gobierno y tomar medidas para combatir la crisis inflacionaria. Sin embargo, en este punto hubo matices.

Sunak volvió a mostrarse fiero defensor de la disciplina fiscal y aseguró que solo recortará los impuestos una vez que haya puesto las cuentas públicas «en orden», tal como hizo la venerada Margaret Thatcher. Por su parte, Truss anunció que dejaría sin efecto el nuevo impuesto para financiar la sanidad pública impulsado por Sunak en su etapa de ministro de Economía de Johnson.

La campaña de Penny Mordaunt, quien ha terminado en segundo lugar en las dos votaciones, recibió un golpe cuando el diario The Guardian publicó este viernes un artículo en el que acusa a la aspirante a primera ministra de presionar a la sanidad pública para que recurra a los tratamientos homeopáticos, pese a sus dudosos resultados y efectividad.