Un periodista que viajó en el submarino del Titanic hace un año: «Estuvimos más de dos horas perdidos»

La Voz REDACCIÓN

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Fotografía facilitada por Ocean Gate del exterior de un submarino turístico, con capacidad para cinco personas como el desaparecido
Fotografía facilitada por Ocean Gate del exterior de un submarino turístico, con capacidad para cinco personas como el desaparecido Efe

Un reportero de la CBS participó en el 2022 en la misma expedición que se encuentra desaparecida en el Atlántico

20 jun 2023 . Actualizado a las 18:32 h.

La expedición que ha desaparecido en el Atlántico a bordo del submarino Titan no es la primera que viaja a las profundidades del océano para inspeccionar los restos del Titanic. En estas horas de búsqueda contrarreloj de los cinco tripulantes, se ha hecho público el testimonio de un periodista que ya sufrió un incidente a bordo de este submarino. Su nombre es David Pogue y trabaja para la CBS. El reportero recordaba este lunes en sus redes sociales cómo el mismo sumergible desapareció durante más de dos horas el pasado verano.

«Os recuerdo que el submarino del Titanic también se perdió durante unas horas el verano pasado, cuando estaba a bordo...», dice en un tuit en su cuenta personal. 

Hace ocho meses, CBS Sunday Morning emitía un programa centrado en esta experiencia. El espacio arrancaba subrayando que habían participado en una experiencia exclusiva a la que podían acceder muy pocas personas. «El corresponsal David Pogue se une a los entusiastas del Titanic que felizmente pagarán una pequeña fortuna para viajar en el vehículo sumergible de OceanGate, equipado con cámaras de vídeo 4K, para visitar los restos del transatlántico de lujo a 13.000 pies debajo del Atlántico Norte, si las condiciones climáticas lo permiten».

El CEO de OceanGate, Stockton Rush, es uno de los entrevistados en el programa y presume de que han desarrollado un nuevo de tipo de viaje. «Tenemos clientes que son entusiastas del Titanic. Otros han hipotecado su casa para hacerlo y tenemos personas que no se lo piensan dos veces a pesar del coste. Incluso tuvimos un viajero que había ganado la lotería», asegura.

El programa de la CBS aceptó la invitación para sumergirse en el Titan con ese exclusivo grupo. El equipo narra cómo fue la travesía hasta el punto en el que se van a encontrar con los restos del histórico naufragio. Los viajeros estuvieron a bordo de la embarcación que les llevó a la zona durante ocho días. Durante ese tiempo, el programa traza el perfil de los viajeros. Una de ellas asegura que lleva 30 años esperando a ver los restos del buque que se encuentran en las profundidades. «Los sueños no tienen precio. Alguna gente quiere un Ferrari; otros compran una casa... yo quiero ver el Titanic».

En el programa se describe además cómo es el sumergible -«por dentro parece una furgoneta»- y el piloto le muestra al periodista el tan comentado mando de control de la nave, igual al de una consola de videojuegos. También le sorprende que tenga un botón al estilo de un ascensor o incluso la luz del techo. El reportero explica a cámara que los tripulantes tienen que firmar un consentimiento que exime a la empresa de culpa en caso de sufrir algún daño físico o incluso la muerte durante la inmersión.

La inmersión

Tras varios días en el barco, los responsables de la expedición comunican a sus exclusivos viajeros que tienen que retrasar la experiencia debido al mal estado del mar. Antes del viaje definitivo, los turistas realizan una prueba a bordo de la nave. «Al sexto día el tiempo experimentó una mejoría». David Pogue explica que en ese momento comenzó la inmersión, «y esa fue la última de las buenas noticias», explica Pogue. 

«No hay GPS en el interior del submarino. Está guiado por el barco que hay en la superficie, que le va enviando mensajes de texto». Tras esta explicación de la travesía, el periodista asegura que en un momento algo falló y se perdió la comunicación entre el buque y el sumergible. Nunca llegaron a los restos del Titanic. «Estuvimos perdidos durante dos horas y media». ¿Qué hizo entonces OceanGate? Les ofrece repetir el viaje.

La defensa de la experiencia

«La gente dice que es mucho dinero, 250.000 dólares, pero gastamos más de un millón de dólares en combustible», dice el CEO de OceanGate.

Tras la primera inmersión fallida, el grupo vuelve a intentar llegar a los restos del histórico naufragio. «En esta última ocasión tuvimos buen tiempo y buena suerte», explica el reportero mientras el programa muestra cómo se ve el Titanic desde el submarino. En las imágenes se aprecia muy de cerca el casco del buque o placas en memoria de las víctimas que han dejado otras expediciones.

«El turismo en torno al Titanic tiene sus detractores», explica la voz en off mientras se ve al grupo descorchando una botella de champan ya de vuelta a la superficie. «Estas expediciones no son perjudiciales para los restos del naufragio», dice un experto de la compañía. Es más, insiste en que son valiosas para la historia. «Llegará un momento en el que no existan los restos del Titanic».

En las imágenes del interior del submarino, los tripulantes se muestran emocionados. Abrazos y más abrazos mientras se anuncia ya una siguiente inmersión. Se refieren a la del 2023, la que acaba de desaparecer con cinco personas a bordo. 

Así es el submarino Titan

«Sumergibles tripulados para proyectos comerciales, investigación científica y exploración». Así vende la compañía OceanGate sus servicios bajo el océano. Esta compañía es la responsable del viaje en submarino para ver los restos del Titanic que ha desaparecido en el Atlántico.

Su principal misión no es la turística, pero desde el 2021 han realizado viajes para documentar cómo se encuentran los restos del buque e incluso analizar la flora y la fauna que se encuentra en el entorno. Ofrecen incluso producción de películas o pruebas de hardware y software en aguas profundas. Lo suyo es conocer e inspeccionar las zonas inexploradas del lecho marino. 

A ese viaje a las profundidades le añadieron la posibilidad de llevar viajeros. La travesía es de siete días por la friolera de 250.000 dólares por pasajero

Titan es un sumergible tripulado de clase Cyclops diseñado para llevar a cinco personas a profundidades de 4.000 metros. La firma presume que, por sus características, tiene mejor movilidad bajo el agua «que cualquier otro sumergible de inmersión profunda». Sus sistemas «proporcionan una función de seguridad incomparable que evalúa la integridad del casco en cada inmersión».

Titan cuenta además con una plataforma de lanzamiento y recuperación integrada y es fácil de operar en diferentes estados del mar utilizando «un barco local de tamaño apropiado para el proyecto». Además, a esto hay que sumarle que cuenta con un innovador sistema de monitoreo de análisis de salud en tiempo real. Es decir, proporciona datos del «piloto con tiempo suficiente para detener el descenso y regresar a la superficie de manera segura».