Wagner se frena a 200 kilómetros de Moscú

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

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Sus hombres se replegaron tras tomar la ciudad de Rostov y amenazar con llegar a la capital

25 jun 2023 . Actualizado a las 11:15 h.

El líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, decidió el sábado dar marcha atrás a su ofensiva hacia Moscú tras aceptar una propuesta de mediación del presidente bielorruso. Las conversaciones con Alexander Lukashenko, fiel aliado del Kremlin, se desarrollaron con el visto bueno del presidente ruso, Vladimir Putin. «Prigozhin ha aceptado la propuesta del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, de detener el movimiento del personal armado de la empresa Wagner en Rusia y adoptar nuevos pasos para reducir la tensión», informó la agencia de noticias oficial bielorrusa, BelTA.

«Ahora es el momento en que la sangre puede correr. Por eso (...) nuestras columnas dan media vuelta y vuelven en la dirección opuesta para regresar a los campamentos», declaró Prigozhin en un audio publicado en Telegram.

En medio de la alerta provocada por la rebelión, que hizo temer el estallido de un conflicto civil y llevó a declarar el régimen de operaciones antiterroristas en la capital rusa, Lukashenko mantuvo por la mañana de ayer sábado una conversación con Putin para «abordar la situación en el sur de Rusia» tras la irrupción de Wagner en la ciudad de Rostov del Don y «los dos mandatarios acordaron adoptar medidas conjuntas». En un mensaje televisado, Putin calificó la maniobra de Prigozhin de «puñalada por la espalda».

El presidente bielorruso mantuvo negociaciones a lo largo del día con el líder de los mercenarios y finalmente se llegó a un acuerdo por el que Prigozhin frenaba sus tropas y se garantizaba una salida. «El caso penal que le fue abierto será cerrado y él se irá a Bielorrusia», anunció el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El entendimiento se alcanzó después de que al comienzo de la tarde del sábado, combatientes del Grupo Wagner aseguraran a través de distintas cuentas de Telegram que sus unidades de mercenarios controlaban la ciudad de Rostov del Don, los aeródromos de Míllerovo y Buturlínovka, este último en la región de Voronezh, de cuyo principal centro de población habían pasado de largo, y avanzaban ya a través de la región Lípetsk en dirección a la capital rusa. Según Prigozhin, sus hombres se encontraban a 200 kilómetros de Moscú cuando les ordenó detener su avance.

El líder de Wagner aseguró que entró con sus hombres en Rostov y, a las siete y media de la mañana, «sin pegar un tiro», se hicieron con el cuartel general de Distrito Militar Sur. Después minaron los accesos a la ciudad para evitar la llegada de fuerzas rusas desde Ucrania. El viernes dijo que se dirigía a Rostov para capturar al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, a quien después acusó de «huir miserablemente» de la ciudad. Allí estaba también el jefe del Alto Estado Mayor de las tropas rusas, Valeri Guerásimov. El líder de los mercenarios aseguró que estaba listo para marchar hacia Moscú si Shoigú y Guerásimov no eran cesados.

Desde Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski declaró que la rebelión de Wagner pone de manifiesto la «debilidad» de Rusia y la deriva autodestructiva que ha tomado el país. El Gobierno de Kiev pretende aprovechar ahora el caos generado en Rusia por el levantamiento de los mercenarios para reforzar su contraofensiva.