Polémica por el plan de Meloni para abrir en Albania centros de acogida para inmigrantes

Darío menor ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

El primer ministro de Albania, Edi Rama, sella un acuerdo para crear dos centros de acogida de inmigrantes en el país balcánico junto a su homóloga en Italia, Giorgia Meloni.
El primer ministro de Albania, Edi Rama, sella un acuerdo para crear dos centros de acogida de inmigrantes en el país balcánico junto a su homóloga en Italia, Giorgia Meloni. Europa Press / Contacto / Giuseppe L | EUROPAPRESS

La UE recuerda a Italia que la iniciativa debe «respetar plenamente el derecho comunitario e internacional»

08 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El plan de Giorgia Meloni para construir en Albania dos centros de acogida para los inmigrantes que tratan de llegar a Italia cruzando el Mediterráneo, por los que podrían pasar hasta 36.000 personas en un año, ha provocado una cascada de críticas por parte de la oposición política. Paralelamente, su difícil encaje legal, del que aún no se conocen los detalles, genera dudas en la UE.

La intención de la primera ministra italiana, anunciada el lunes tras reunirse con su homólogo albanés, Edi Rama, es que a partir de la próxima primavera estén operativas las dos instalaciones en el país balcánico (en el puerto de Shengjin y en la vecina localidad de Gjader) adonde serían llevados directamente los indocumentados socorridos por las naves italianas en el Mediterráneo. Solo desembarcarían allí los hombres adultos, mientras que las mujeres, niños y personas vulnerables continuarían acogidos en Italia, al igual que los desplazados salvados por los barcos de las oenegés.

«Este acuerdo crea el marco político y jurídico de nuestra nueva colaboración. Después, obviamente, habrá de seguirse todos los procedimientos normativos necesarios», explicó Meloni tras reunirse en Roma con el primer ministro albanés, que justificó la colaboración de su país por la necesidad de devolver a los italianos la acogida a los albanos en las últimas décadas, en particular en los difíciles años noventa del siglo pasado, tras el colapso del bloque comunista.

El entusiasmo por este polémico plan, que llega después de que la Justicia británica considerara ilegal la deportación de migrantes a Ruanda por parte del Reino Unido tras un acuerdo similar, provoca preocupación en Bruselas. Un portavoz de la UE recordó que cuando esta iniciativa entre Italia y Albania sea finalmente respaldada con una ley aprobada por el Parlamento de Roma, esta deberá «respetar plenamente el derecho comunitario e internacional».

Aspectos polémicos

Son muchos los aspectos controvertidos de la apertura de los centros italianos para inmigrantes en territorio albanés, como qué ocurrirá con las personas a las que se deniegue la acogida, quién se encargará de las deportaciones o cómo se respetará el plazo previsto de 28 días para resolver cada caso, que ahora se prolonga durante mucho más tiempo. Por no hablar de la jurisdicción de estos territorios situados en Albania, cuya policía en principio se encargaría de la seguridad exterior, mientras que en el interior operarían las autoridades italianas, como ocurre con las legaciones diplomáticas.

«Meloni quiere crear una especie de Guantánamo a la italiana», criticó Riccardo Magi, del partido opositor +Europa, haciendo referencia al centro de detención estadounidense en Cuba, en el que se han cometido graves violaciones de los derechos humanos. Pierfrancesco Majorino, responsable de Políticas Migratorias en el opositor Partido Democrático (centroizquierda), considera la iniciativa una cortina de humo» y una «peligrosa chapuza». «No se sabe cómo podrán gestionarse eventuales recursos ni cómo se van a realizar las deportaciones si no hay acuerdos bilaterales», advirtió Majorino.