Un pueblo molesto, un presidente despistado y una cumbre llena de meteduras de pata

Valentina Saini VENECIA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Los líderes del G7, el viernes cantando el cumpleaños feliz al canciller alemán, Olaf Scholz.
Los líderes del G7, el viernes cantando el cumpleaños feliz al canciller alemán, Olaf Scholz. STEFFEN KUGLER / HANDOUT | EFE

El presidente Joe Biden se mostró cada vez más cansado y distraído a lo largo del foro

14 jun 2024 . Actualizado a las 22:29 h.

La cumbre del G7 que se clausura este sábado en Italia también ha sido noticia por sus anécdotas y discusiones, a veces involuntariamente cómicas. Para empezar, los habitantes de Fasano, estupenda localidad de Apulia (sur), están comprensiblemente molestos porque el Gobierno italiano y muchos medios del país transalpino han estado repitiendo que la cumbre se celebra en Borgo Egnazia, pero en realidad este es un complejo de lujo situado en las afueras de Fasano. Avvenire, el principal diario católico, escribió el viernes: «Italia tenía la oportunidad de acoger a los líderes del G7 y a otros distinguidos invitados internacionales en una de sus hermosas ciudades. Podría haberles mostrado en persona uno de los muchos lugares que nosotros tenemos y que el mundo envidia. En cambio, los ha llevado a descubrir Borgo Egnazia, que no tiene habitantes, solo huéspedes y trabajadores. Un complejo para ricos construido de la nada».

El cansancio de Biden

Un periodista originario de la zona, Michele Arnese, destacó en X que las notas de prensa de la Casa Blanca siempre se han referido a Fasano como el lugar de la cumbre. Sin embargo, a diferencia de su impecable gabinete de prensa, el presidente Joe Biden ha parecido algo distraído, con la mente más puesta en la campaña electoral de su país que en los cruciales debates del G7, y ni siquiera asistió a la cena ofrecida por el presidente italiano Sergio Mattarella en el castillo Svevo de Brindisi para los jefes de Estado y de Gobierno, teóricamente por cansancio.

También hubo cierto malestar en Apulia, región famosa por su gastronomía y vinos excelentes, porque el conocido chef del restaurante Osteria Francescana, Massimo Bottura, también utilizó productos de otras regiones para preparar la cena presidencial, como el aceite de oliva de la Toscana. Pero el menú fue sin duda excelente, e incluyó, sobre todo, platos de pescado y vino producido en la finca de un famoso periodista italiano. Al final de la cena, poco después de medianoche, los mandatarios cantaron el cumpleaños feliz al canciller alemán Olaf Scholz, que nació el 14 de junio de 1958. Scholz fue felicitado dos veces, porque Biden también quiso celebrar al político alemán el viernes.

Los habitantes de Apulia, por otra parte, quedaron muy impresionados por el Air Force One, el avión del presidente estadounidense, que ha inspirado películas y videojuegos, y permaneció estacionado en el aeropuerto de Brindisi durante la cumbre. Y mientras las esposas de los líderes del G7 (además del marido de Von der Leyen, Heiko) pasaron horas inolvidables visitando museos, castillos y olivos centenarios en los parajes de Apulia, los hombres y mujeres más poderosos de Occidente no solo hablaron de Ucrania e inteligencia artificial, sino que pudieron admirar la destreza de los paracaidistas de la brigada Folgore, que aterrizaron frente a los líderes luciendo las banderas de las siete naciones y de la UE.