Julian Assange regresa a Australia «como un hombre libre»

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Atlas TV

Un tribunal federal estadounidense en las Islas Marianas ha aceptado el acuerdo por el que el fundador de Wikileaks se declara culpable de espionaje a cambio de ser puesto en libertad

26 jun 2024 . Actualizado a las 13:48 h.

Un tribunal federal de Estados Unidos en las Islas Marianas del Norte, territorio estadounidense en el océano Pacífico, ha aceptado el acuerdo de culpabilidad por espionaje del fundador de Wikileaks, Julian Assange, y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, por lo que la Fiscalía ha retirado su solicitud de extradición y el periodista podrá volver a su país natal, Australia.

«Podrás salir de esta sala como un hombre libre», ha anunciado la jueza Ramona Manglona, después de señalar que es «justo» y «razonable» aceptar como condena los 62 meses que ya ha cumplido, puesto que es el tiempo que ha pasado encarcelado en una prisión de máxima seguridad de Reino Unido en virtud de la orden de arresto emitida desde Estados Unidos.

La jueza ha señalado que no habría aceptado el acuerdo si el caso se le hubiera presentado en 2012, pero ha sostenido que la situación en 2024 es diferente. «Quiero destacar que el tiempo importa», ha concluido. Asimismo, ha indicado que «otro hecho relevante» es que el Gobierno ha señalado que «no hay ninguna víctima personal aquí», es decir, que la publicación de la información «no resultó en daños físicos conocidos», según informa Europa Press.

Tras leer la sentencia, la Fiscalía ha retirado inmediatamente su solicitud de extradición de Assange, por lo que ha podido volar a Canberra, capital de Australia.

El periodista, que a la salida del tribunal se ha negado a hablar con la prensa que estaba presente, legará a territorio australiano seis horas y media después. Allí, realizará una rueda de prensa, que está programada para las 21.15 horas (13.15 hora peninsular española) desde el East Hotel.

Tras la audiencia, el Departamento de Justicia estadounidense ha indicado que, como parte del acuerdo de culpabilidad, Assange tiene prohibido regresar a Estados Unidos sin permiso, tal y como reza un comunicado publicado en su página web. Además, ha indicado que su declaración ha «concluido» oficialmente el caso, que se remonta a 2018, cuando fue imputado por primera vez.

Un «precedente peligroso»

Por su parte, el equipo legal del acusado ha afirmado que este caso es una «victoria para la libertad de expresión», destacando que ha dejado un «poderoso legado» y que su historia ha »provocado un importante« debate sobre la libertad de prensa y la seguridad nacional. La abogada Jennifer Robinson ha animado a sus seguidores a «seguir luchando» contra un «precedente peligroso».

«Espero que el hecho de que hayamos podido liberar a Julian Assange contra todo pronóstico y contra uno de los gobiernos más poderosos del mundo da esperanza a todos los periodistas y editores que están en prisión en todo el mundo», ha declarado, tras asegurar que se trata de «un gran alivio» que, «después de 14 años de batallas legales», pueda «regresar a casa como un hombre libre».

Culpable de espionaje

El fallo ha llegado horas después de que Assange se declarara culpable de un cargo de violar la Ley de Espionaje para conspirar para obtener y diseminar información clasificada, si bien ha defendido sus acciones ante el tribunal, considerando que su labor como periodista debería haber estado protegido por la Primera Enmienda de la Constitución.

«Cuando trabajaba como periodista, animé a mi fuente a proporcionar información que se decía que era clasificada para poder publicarla. Creo que la Primera Enmienda protege eso. Creo que la Primera Enmienda y la Ley de Espionaje se contradicen entre sí, pero acepto que sería difícil ganar un caso así dadas todas las circunstancias», según recoge The Washington Post.

Por su parte, representantes de Estados Unidos han caracterizado a Wikileaks como un sitio web que pretendía deliberadamente sacar a la luz información militar y de defensa sensible que amenazaba la seguridad nacional. Con todo, han acusado a Assange de animar a altos cargos a revelar dicha información, mencionando los documentos filtrados por la exanalista de las Fuerzas Armadas Chelsea Manning, que estuvo aproximadamente siete años en prisión.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha subrayado que el caso de Assange «se ha prolongado durante demasiado tiempo». «No se gana nada con su encarcelamiento continuo y queremos que lo traigan a casa, a Australia», ha manifestado en declaraciones a la cadena de televisión australiana ABC.

Asimismo, ha comentado el proceso judicial señalando que se trata de «un avance positivo» pero ha agregado que los «procedimientos son delicados y deben ser respetados». «Esto no es algo que haya sucedido en las últimas 24 horas, es algo que se ha considerado pacientemente, trabajado de manera calibrada, que es la forma en que Australia se comporta internacionalmente», ha concluido.

En la víspera, el Tribunal Superior de Londres le dejó en libertad bajo fianza tras el acuerdo, por el que se declara culpable a cambio de una sentencia que equivale a los más de cinco años que lleva en una prisión de máxima seguridad en Reino Unido. Desde Londres se ha dirigido a Saipan, antes de hacer una parada en la capital de Tailandia, Bangkok.

Assange fue detenido por las autoridades británicas el 11 de abril de 2019, después de abandonar la Embajada de Ecuador en Londres, donde permaneció refugiado durante casi siete años. Desde entonces, se encuentra en una prisión de máxima seguridad, en virtud de una orden de arresto emitida desde Estados Unidos.

A finales de mayo, el Tribunal Superior de Londres falló en favor del fundador de Wikileaks para permitirle apelar contra su orden de extradición al país norteamericano, donde se temía que se enfrentase a una batería de cargos que podía implicar hasta 175 años de cárcel.

El periodista ha defendido en todo momento que las informaciones reveladas en 2010 sobre corrupción gubernamental y abusos contra los Derechos Humanos sirvieron para dar a conocer crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos.