Biden dice que sigue en campaña pese a confundir a Zelenski con Putin y a Harris con Trump
INTERNACIONAL
«No he tenido ningún aliado europeo que se me acerque y me diga, Joe, no te postules. Lo que les escucho decir es, tienes que ganar», afirmó Biden en la rueda de prensa tras la cumbre de la OTAN
12 jul 2024 . Actualizado a las 11:17 h.Los vientos en contra se acumulan frente a la candidatura de Joe Biden a la reelección. A las críticas de las élites del partido demócrata se suma la oposición de dos de cada tres estadounidenses. El presidente del país, de 81 años, se enfrenta a una ola de rechazo, y su única respuesta ha sido enrocarse en su intención de mantenerse en la carrera. Ayer se equivocó al presentar al mandatario ucraniano, Zelenski, como «presidente Putin», durante un acto de apoyo a Ucrania. «Quiero ceder la palabra al presidente de Ucrania, que tiene tanto coraje como determinación. Por favor, denle la bienvenida al presidente Putin», declaró Biden, que rápidamente tuvo que aclarar que «Zelenski» va a «vencer a Putin» y que está «tan concentrado en vencer a Putin que todos tenemos que preocuparnos por eso».
Nada más empezar la rueda de prensa sufrió de nuevo un lapsus al llamar por error «Trump» a su vicepresidenta, Kamala Harris. «No habría elegido a la vicepresidenta Trump como vicepresidenta si creyera que ella no estaba calificada para ser presidenta», apuntó, tras una pregunta sobre si Harris estaría lista para ocupar la presidencia en caso de que fuera necesario.
En este contexto, la lista de demócratas que se posicionan públicamente a favor de la retirada de Biden crece de un día para otro. De momento, ya son 13 los cargos demócratas en la Cámara de Representantes (12) y el Senado (1) que han pedido a Biden que reconsidere su empeño. A los posicionamientos públicos contra la campaña del presidente se suman los movimientos de dos pesos pesados de la política progresista estadounidense: la exportavoz de la Cámara Baja Nancy Pelosi; y el expresidente Barack Obama.
Desde la campaña del demócrata, sin embargo, hacen oídos sordos a las críticas. Ayer, horas antes de que el presidente de EE.UU. diese una rueda de prensa en la que estaba previsto que hiciese referencia a las críticas, se filtró un memorando, en el que la organización desglosaba el que creen que será su camino a la victoria electoral. Un documento que nacía en repuesta a una petición dirigida al equipo de Biden de varios líderes sindicales y del partido el miércoles en la que preguntaban por sus planes para los próximos meses. Una petición que, según decía un senador demócrata a The Washington Post, solo se vería satisfecha con «evidencia convincente de que pueden darle la vuelta a la cosa». En esa rueda de prensa, en la madrugada española, Joe Biden hizo un especial esfuerzo por mostrar una buena imagen, pensando mucho en ocasiones lo que iba a manifestar («a ver cómo puedo decir esto», señaló varias veces) y se lamentó de su apretada agenda: «Mientras Trump juega al golf yo ya ye hecho un montón de actos, y mi mujer siempre me está dando la paliza con eso». También expresó su confianza en Kamala Harris, afirmando que no la habría elegido como su compañera en las elecciones de 2020 si no estuviera convencido de que podría ejercer el cargo de la presidencia «desde el principio». Y aseguró que los líderes de la OTAN no le han pedido que ponga fin a su candidatura para las elecciones de noviembre.
Obama, detrás de las críticas
Obama, en público, de momento se mantiene en silencio. Lo hace, después de haber salido públicamente a defender a Biden. A pesar de ello, según declaraba una fuente al medio Politico, habiendo coincidido con el actor George Clooney cuando este preparaba su carta abierta para pedir la retirada de Biden en The New York Times, no se habría manifestado en contra. Es más, según el programa Morning Joe, de la MSNBC, cadena progresista estadounidense, fuentes de la campaña de Biden consideran que el expresidente Obama estaría detrás de parte de la última ola de críticas demócratas contra el inquilino de la Casa Blanca.
Pelosi, además de pedir a Biden en público que reconsidere su intención de mantenerse en la carrera, también estaría maniobrando entre bambalinas. Su consejo a aquellos demócratas que se presentan en distritos disputados habría sido que no duden en hacer lo que tengan que hacer para garantizar su victoria electoral, aunque eso suponga presionar a Biden para que retire su campaña presidencial.
Además de entre las élites del partido demócrata, la oposición al empeño de Biden también estaría creciendo entre las bases. Según una encuesta realizada por Ipsos para ABC News y The Washington Post entre el 5 y el 9 de julio, un 67 % de los estadounidenses consideran que la actuación de Biden en el debate debería motivarlo para abandonar la competición. Una cifra que desciende un poco entre los demócratas, pero que, aun así, incluye a más de la mitad de estos (56 %). La encuesta desvela también que el debate ha tenido un impacto directo en la consideración que los votantes tienen de la salud y la capacidad mental de Biden. Desde abril a julio, el número de estadounidenses que consideran que Biden tiene mayor agudeza mental que Trump se desplomó un 9 %.
Además, el equipo de Biden continúa en modo campaña. Esta semana ha anunciado que el presidente concederá una entrevista el lunes 15 a la cadena NBC, que coincidirá con el primer día de la convención nacional republicana en Milwaukee.
Trump: «Gran trabajo, Joe»
Trump aprovechó enseguida los lapsus de Biden en sus intervenciones para burlarse de él en una serie de publicaciones en la red social Truth Social. «Qué gran trabajo, Joe», escribió el republicano junto a un clip que muestra el momento en que Biden confundía a Harris con Trump. «El corrupto de Joe tiene un caso grave del síndrome del trastorno Trump», escribió el republicano.
Más allá de esos errores, la rueda de prensa, que duró 59 minutos, fue similar a otras que ha dado Biden con elaboradas respuestas sobre política exterior, metiéndose en detalles y contando anécdotas ya conocidas, como la larga relación personal que tiene con el presidente chino, Xi Jinping, al que conoció cuando era vicepresidente con Barack Obama (2009-2017).
Biden usó teleprompters para las declaraciones iniciales que hizo sobre la OTAN, pero luego improvisó para responder a las preguntas de los periodistas. Todos los que pudieron preguntar a Biden habían recibido antes un aviso de la Casa Blanca y el propio presidente mostró en la rueda de prensa un papel blanco donde tenía apuntados los nombres.
A esta altura de su mandato presidencial, Biden ha celebrado menos ruedas de prensa que cualquier otro presidente desde Ronald Reagan en la década de 1980. Según el recuento de la Universidad de California en Santa Bárbara, Biden ha dado 36 ruedas de prensa desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2021, mientras que Trump en sus cuatro años en la Presidencia dio 88.