Machado, al frente de la movilización para denunciar el fraude de Maduro

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

La diáspora exige en 350 ciudades del mundo que el chavismo acepte la derrota

17 ago 2024 . Actualizado a las 22:14 h.

Miles de manifestantes salieron este sábado a las calles de Venezuela y de 350 ciudades en todo el mundo con las «actas electorales en la mano» y al grito de «libertad» para denunciar el fraude electoral del chavismo. Defendían «la verdad» sobre las elecciones del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro se autoproclamó por tercera vez presidente del país sin presentar, tres semanas después, los datos oficiales del escrutinio.

Pese al intenso operativo policial y militar intimidatorio desplegado desde la noche del viernes, la oposición mostró su fuerza en la avenida Francisco de Miranda. Su líder, María Corina Machado, abandonó por unas horas la clandestinidad y volvió a subirse a su ya célebre camión de campaña para ponerse al frente de la movilización. Las últimas dos semanas las ha pasado resguardada entre temores por su «libertad y su vida», según explicó a The Wall Street Journal. Este sábado, igual que en su última aparición —hace 15 días—, llegó envuelta en una caravana de motorizados hasta subir al vehículo, donde la esperaban compañeros como Delsa Solórzano y Biagio Pilieri, entre otros.

Intensa represión

El diario prochavista Últimas Noticias señaló en su sitio web que miembros de varios cuerpos de seguridad habían protagonizado un «madrugonazo» en las principales zonas populares de Caracas; precisamente, aquellas donde las protestas fueron más fuertes el día posterior a las elecciones. Según este medio, 6.000 agentes participaron en el operativo en la capital y se vieron controles especialmente fuertes en Petare, la barriada autoconstruida más grande de Latinoamérica, cercana al lugar de la concentración. En otras ciudades, como Maracay y Machiques, la Guardia Nacional arrojó gas lacrimógeno a los manifestantes, e incluso detuvo unos minutos a un sacerdote que rezaba un rosario ante las masas.

En el exterior, se convocaron movilizaciones en más de 350 ciudades del mundo, tanto en América como en el resto de continentes, donde los manifestantes exigieron también la libertad de los detenidos, entre ellos el periodista y miembro del equipo nacional de comunicaciones del partido Vente Venezuela, Gabriel González, quien ya cumple dos meses en prisión.

A través de un vídeo en X, Edmundo González pidió a los venezolanos en el exterior ser «la voz de millones» de «quienes pretenden silenciar» con «persecuciones, encarcelamientos, asesinatos y censura», para que «el grito de cambio en paz recorra el mundo entero».

Entretanto, el chavismo también convocó para este sábado una marcha en todo el país, para celebrar lo que consideran la «victoria de la revolución bolivariana» en las presidenciales, pese al cuestionamiento de decenas de Gobiernos extranjeros y de observadores.

La OEA también pide las actas

En tanto, el viernes por la noche, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una dura resolución en la que exige al Consejo Nacional Electoral venezolano que publique las actas de las elecciones del 28 de julio.

La resolución, que se une a la emitida horas antes por otros 22 Estados —España entre ellos— y la Unión Europea, resaltó también la importancia de «preservar todos los equipos utilizados en el proceso electoral» y de «respetar los derechos humanos».

Las manifestaciones llegan a España con una intensa implicación del PP

Las protestas en Venezuela también se hicieron eco en España. Fueron más de 30 las ciudades que acogieron concentraciones pacíficas, entre ellas A Coruña y Vigo, con un fuerte compromiso y apoyo del Partido Popular. Un día antes, el viernes, la vicesecretaria de Organización de la formación, Carmen Fúnez, había asegurado que estarían presentes en todas las manifestaciones: «Entendemos que todos los venezolanos tienen que sentir el apoyo de aquellos que amamos la libertad».

Al mismo tiempo, acusó al ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, el socialista José Manuel Albares, de «utilizar» su comparecencia en el Senado para defender al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Le recriminó que esté en conversaciones con el chavismo —con la intención de mediar entre Nicolás Maduro y la oposición— y defendió que «con quien hay que hablar es con quien ha ganado las elecciones, que son Edmundo González y María Corina Machado».

En el centro de Madrid, entre miles de venezolanos, la presidenta Isabel Díaz Ayuso pidió al Gobierno que «dé un paso valiente» y se ponga «a la cabeza» del reclamo de transparencia y libertad en el país sudamericano. España tiene «un deber con Venezuela», sostuvo, ya que «nuestra historia no se entiende sin América».

En A Coruña, la concentración reunió a unas 500 personas alrededor del Obelisco. Arropados por el PP coruñés, recordaron que Simón Bolívar visitó en la ciudad, en ese mismo lugar, la casa de sus antepasados. «Hasta el final», coreaban.

En Vigo la concentración fue ligeramente menor, de unas 300 personas, según la Policía Local. Se respiraba un ambiente de esperanza, de ilusión por un cambio, entre gritos de «Libertad, libertad» y decenas de gorras y banderas con los colores de Venezuela y España.

Feijoo no quiso quedarse atrás. En su cuenta de X, recordó que el PP está junto a Venezuela y anunció que liderará en el Congreso una iniciativa «que reconozca la victoria de Machado y González en las urnas».