
Humberto es el primer huracán de la temporada que ha conseguido alcanzar la categoría 5
30 sep 2025 . Actualizado a las 18:11 h.En cuestión de una semana, la actividad ciclónica en el Atlántico está compensando toda la tranquilidad que tuvo desde el pasado mes de junio. Gabrielle, que ayer afectó con fuerza a la Península y este martes está dejando inundaciones en Baleares, será historia en unas horas. Pero al otro lado del Atlántico, frente al estado de Florida, se encuentran la tormenta tropical Imelda y el huracán Humberto, el primero de la temporada en ascender hasta la categoría 5 y cuyos vientos han llegado hasta los 260 kilómetros por hora.
Los dos sistemas de bajas presiones se encuentran uno muy cerca del otro, orbitando alrededor de un centro común. Según el experto en meteorología Michael Lowry «están separados por menos de 800 kilómetros. No se han registrado dos huracanes en el Atlántico tan próximos en la era de los satélites, desde 1966». El movimiento que mantienen ahora mismo se podría describir como un baile de ciclones, al estilo minué, protagonizando un Efecto Fujiwhara, el concepto meteorológico que describe el fenómeno.
Este miércoles está previsto que continúe la danza mientras se alejan de la costa este de Estados Unidos y se dirigen algo más hacia el norte. La previsión señala la posibilidad de que este miércoles se produzca una absorción o una fusión en un único ciclón. Si Humberto, mucho más grande e intenso, mantiene su dominio, lo que ocurrirá será una absorción. En este escenario, Imelda irá perdiendo su estructura hasta quedar engullida dentro del campo de circulación de Humberto. En cambio, si la danza se equilibra más de lo esperado, los dos sistemas podrían acabar en una fusión completa, formando un único ciclón.
Después habrá que estar pendiente de su trayectoria porque en su viaje hacia el continente europeo podría volver a afectar de manera directa o indirecta a Galicia durante el fin de semana.
Fujiwhara, el meteorólogo que descubrió el baile de los ciclones
Sakuhei Fujiwhara (1884-1950) fue para la meteorología oriental lo que Vilhelm Bjerknes (1862-1951) representó para la occidental. Ambos fueron los padres fundadores de una ciencia en ciernes a comienzos del siglo XX. Nacieron en zonas del mundo con un tiempo cambiante y lluvioso. Fujiwhara se crio en Suwa, en el interior de Japón, una región de lagos y montañas con una atmósfera muy variable y donde cada año caen de media alrededor de 1.300 litros por metro cuadrado, una cifra similar a Galicia. Por su parte, Bjerknes vivió en Bergen, la ciudad más lluviosa de Europa, con acumulados anuales en torno a los 2.200 litros por metro cuadrado, un valor que supera a Vigo y Santiago.
En 1917, el científico noruego fundó la famosa Escuela de Bergen, donde se formaron algunos de los meteorólogos más influyentes del pasado siglo que participaron en predicciones tan decisivas como la del desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944. Aplicaron las matemáticas a una disciplina que hasta ese momento era observacional y algo intuitiva. También desarrollaron conceptos como el de frente, esa estructura que va de la mano de las borrascas.
En 1920, Fujiwhara viajó a la ciudad europea para conocer y aprender del maestro Bjerknes todo lo relacionado con la dinámica de fluidos aplicada a la atmósfera, una visión nueva por aquella época. Dos años después regresó al país nipón con el objetivo de aplicar el conocimiento.
Uno de los avances más importantes que protagonizó fue el descubrimiento de cómo algunos ciclones pueden girar en determinadas situaciones sobre un centro común y pueden llegar a fusionarse. Fujiwhara llegó a esta conclusión a partir de experimentos con fluidos, ya que por entonces no había satélites. Sin embargo, en los años 70, observaciones satelitales de tifones confirmaron ese fenómeno, que pasó a llamarse Efecto Fujiwhara.