Israel mata a 492 personas en el Líbano y acerca una posible guerra

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Un grupo de libaneses camina a través de una playa en Tyre, en el sur del país, mientras huyen de los ataques israelíes.
Un grupo de libaneses camina a través de una playa en Tyre, en el sur del país, mientras huyen de los ataques israelíes. Aziz Taher | REUTERS

Beirut denuncia una campaña de «exterminio» civil. Exteriores aconseja a los españoles en el país que abandonen el país por los medios comerciales aún existentes

24 sep 2024 . Actualizado a las 04:29 h.

Los dolores de Gaza se han contagiado al Líbano. Este lunes, en un ataque aéreo cuyo objetivo era destruir almacenes de armas y posiciones de Hezbolá, Israel mató a 492 civiles —entre ellos 35 de niños— y dejó 1.600 heridos, según el Gobierno de Beirut, en lo que la comunidad internacional reconoce ya como las primeras páginas de una posible guerra abierta entre Tel Aviv y la milicia chií pero que, de momento, sigue siendo una acción de choque para expulsar a los combatientes del también conocido como Partido de Dios para que los habitantes del norte de Israel vuelvan a sus hogares.

Desde por la mañana, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mandaron mensajes a la población civil libanesa residente en el sur de dicho país para evacuar antes de que lanzaran bombardeos «en profundidad» en diversas localidades sureñas y del Valle de la Bekaa para destruir hasta «800 objetivos» de Hezbolá y acabar con la vida del comandante del sur Ali Karaki, que finalmente resultó ileso. El Miniaterio de Sanidad libanés recogió el asesinato de 492 civiles, con 35 menores de edad entre ellos, y cifró en unos 1.645 a los heridos, el peor ataque que sufre el país desde la guerra del 2006. Aunque más tarde

Por ello, el Comité Nacional de Coordinación de Respuesta a Desastres y Crisis del Gobierno lanzó un plan de emergencia nacional para centrarse en los daños a la población civil. Especialmente para los desplazados de Beirut, Bekaa y el Monte Líbano, de mayoría cristiana.

Hezbolá respondió bombardeando varias posiciones del norte, Haifa y en las cercanías de la capital hebrea sin que se reportaran víctimas o daños. El primer ministro interino del país árabe, Nayib Mikati, denunció que «la continuada agresión israelí contra el Líbano es una guerra de exterminio en todos los sentidos y es parte de un plan destructivo destinado a arrasar aldeas y localidades libanesas», mientras que la Finul, la misión de Naciones Unidas comandada por el español Aroldo Lázaro, aseguró que «cualquier escalada de esta peligrosa situación acarreará consecuencias devastadoras».

El plan inicial de Israel para el Líbano, según las autoridades del Ejército es establecer una zona de choque para que los habitantes del norte del país puedan volver a sus casas sin la amenaza de Hezbolá, algo de lo que desconfían las autoridades de la zona. Sin embargo, está aún por ver si los ataques de Tel Aviv suman nervio a la ya más que tensa situación con Hezbolá.

Culpas cruzadas

Lo que sí es seguro es que el cese de las hostilidades no se asoma a la calma. En un comunicado difundido a las autoridades castrenses israelíes, Netanyahu refirió que «exactamente lo que estamos haciendo» es «cambiar el equilibrio de seguridad, el equilibrio de fuerzas en el norte» para destruir las amenazas de la milicia proiraní sin avanzar si finalmente habrá una invasión terrestre en el sur libanés. Por su parte, el jefe del Ejército, Yoav Gallant, aseguró que con los ataques se ha destruido «lo que Hezbolá ha construido en 20 años» y que su líder, Hasán Nasralá, está «aislado».

Israel, no obstante, da pasos de gigante hacia una guerra que en la órbita chií ya miran con gravedad. El ayatolá iraquí Alí Al Sistani, uno de los más influyentes de la región, llamó a «todos los esfuerzos posibles para detener esta bárbara agresión y proteger al pueblo libanés», mientras que el presidente persa, Masoud Pezeshkian, aseveró que «es Israel quien busca ampliar este conflicto» que aún puede empeorar.

Estados Unidos aumenta su presencia militar en la región por las tensiones

Redacción / Agencias

El Pentágono confirmó ayer que ha reforzado sus tropas en Oriente Medio con el despliegue adicional de un «pequeño número» de militares en el marco del aumento de las tensiones entre Israel y el partido-milicia chií Hezbolá.

«A la luz del aumento de las tensiones en Oriente Medio, y por precaución, hemos enviado un pequeño número de personal militar estadounidense adicional para aumentar nuestras fuerzas que ya se encuentran en la región», señaló en rueda de prensa el portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder. Estados Unidos ya tiene desplegadas tropas en la región, incluyendo el portaviones Lincoln, si bien el portavoz del Pentágono no ha detallado el número de efectivos militares que desplegarán en la región ni su cometido «por razones de seguridad».

Esfuerzos diplomáticos

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó por su parte que está trabajando para intentar «desescalar» el conflicto entre Israel y Hezbolá. «He sido informado sobre los últimos acontecimientos. Mi equipo está en contacto con sus homólogos en esos países y estamos trabajando para desescalar la situación de una manera que permita a las personas regresar a sus hogares de forma segura», dijo el mandatario al recibir al presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed, en la Casa Blanca, con quien también habló sobre Gaza.