Meloni exige desde el Líbano reforzar la misión de la ONU

Darío Menor, A. R. ROMA / COLPISA, LA VOZ

INTERNACIONAL

El primer ministro libanés, Edi Rama, este viernes con Giorgia Meloni.
El primer ministro libanés, Edi Rama, este viernes con Giorgia Meloni. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

La Justicia italiana ha bloqueado el plan de la primera ministra ultraconservadora para deportar migrantes a centros albaneses

18 oct 2024 . Actualizado a las 22:11 h.

Giorgia Meloni estaba este viernes en Oriente Medio cuando la Justicia italiana decidió bloquear su plan de deportaciones. El Tribunal de Roma falló a favor del regreso a Italia de los 12 primeros migrantes que habían sido internados en los polémicos centros que el Gobierno ha construido en Albania. La decisión de los magistrados supone un jarro de agua fría para la primera ministra en una semana en la que había tratado de alargar su perfil internacional.

Primero presentó el «modelo Albania» en Bruselas a otros mandatarios europeos como solución contra la inmigración ilegal. Después, se convirtió en la primera líder occidental en viajar al Líbano para visitar a los cascos azules de su país que forman parte de la misión de las Naciones Unidas (Finul) tras los recientes ataques del Ejército israelí.

En Roma no se notó la falta de la ultraderechista. Los principales miembros de su Gobierno, incluido el ministro del Interior Matteo Piantedosi, avanzaron que el Ejecutivo recurrirá el fallo del Tribunal de Roma. No están dispuestos a detener la externalización a Albania de la acogida de migrantes y la gestión de sus peticiones de asilo y repatriaciones. «Me sabe mal que cuando toda Europa mira con interés algo que hace Italia estemos tratando de ponernos palos en las ruedas», declaró Meloni, que calificó la decisión como «prejuiciosa» y alegó que ahora es el poder judicial el que también actúa como la «oposición».

Mil cascos azules italianos

Hay alrededor de un millar de uniformados italianos encuadrados en la Finul que «durante años han contribuido a la estabilidad interna de Líbano», como recordó la primera ministra. En Beirut se reunió con su homólogo libanés, Najib Mikati, así como con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, ante quienes destacó la necesidad de reforzar la presencia militar de la ONU en el país árabe. La Finul es clave, dijo, para ayudar a estabilizar la situación política y social tras la invasión del Estado judío para tratar de neutralizar a Hezbolá.

«Considero inaceptable poner en el punto de mira a los cascos azules», dijo Meloni tras reunirse con Mikati. Días atrás ya había planteado por teléfono la misma posición al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. «Solo reforzando la misión se podrá pasar página y garantizar la imparcialidad», insistió. Recordó además que las autoridades italianas han donado 17 millones de euros en ayuda humanitaria para los desplazados por el conflicto.

Antes de viajar a Beirut, la líder del Ejecutivo de Roma hizo una parada en Amán, donde fue recibida por el rey Abdalá II de Jordania. La conversación entre ambos estuvo centrada en la situación de Gaza y en el escenario que se perfila en el conflicto palestino después de que Israel haya asesinado a Yahya Sinwar, máximo líder de Hamás y cerebro de los ataques del 7 de octubre del año pasado. Su muerte abre para Meloni «una nueva fase» que debe propiciar la liberación de todos los rehenes en manos del movimiento islamista al tiempo que se establece un alto el fuego y comienza la reconstrucción en la Franja. La primera ministra coincidió con Abdalá II en que debe retomarse el proceso político «para llegar a la solución de los dos Estados».

Salvini defiende en su alegato final que el barco de Open Arms podría haber llegado a España

El barco de Open Arms podría haber llegado a España. Eso alegó este viernes la defensa del vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, al cierre del juicio contra el ultraderechista. Está imputado por los delitos de secuestro de personas y abuso de poder, después de impedir en el 2019 —cuando era ministro del Interior— durante 20 días el desembarco de 147 migrantes rescatados en el Mediterráneo. «El 10 de agosto [del 2019], Open Arms rechazó desembarcar a los inmigrantes en Malta. Del 15 al 20 tuvo otras muchas opciones», recordó la abogada Giulia Bongiorno. Señaló que el barco humanitario «se negó» a seguir las instrucciones del Gobierno de España, que ofreció los puertos de Algeciras y de Palma de Mallorca. Ambas opciones estaban demasiado lejos. «Incluso se les ofreció una escolta italiana», afeó, además de insinuar que la oenegé española sabía de antemano qué barcaza interceptar. «Parecía determinada a llegar a un punto exacto del mar», concluyó. El veredicto se conocerá el 20 de diciembre.