Scholz convoca a sus socios en Alemania para intentar salvar la coalición semáforo
INTERNACIONAL
El canciller socialdemócrata organiza esta semana varias reuniones con los liberales y los verdes en un esfuerzo por superar sus diferencias para acabar la legislatura
04 nov 2024 . Actualizado a las 20:26 h.El futuro inmediato de la coalición tripartita que lidera el canciller federal, el socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz, se decide esta semana. Tras meses de división, roces y provocaciones entre los tres socios en el Ejecutivo federal, los líderes del SPD, Los Verdes y el Partido Liberal (FDP) tienen previstas varias reuniones para tratar de superar sus diferencias y que su coalición semáforo —roja, verde y amarilla— llegue al fin de la legislatura. La primera de ellas tuvo lugar, sin que se haya dado información alguna al respecto, en la noche de este domingo en la cancillería federal entre Scholz y Christian Lindner, ministro de Finanzas y presidente del FDP que ha conducido a una situación insostenible en el seno de la alianza de Gobierno.
Lindner presentó la pasada semana por sorpresa y sin consultar con sus socios una iniciativa de su partido para que el Ejecutivo dé un giro a su política económica para sacar al país de su estancamiento y volver a ser una gran potencia exportadora. Una propuesta con la que se distancia de la política pactada dentro de la coalición, exige «una revisión fundamental de algunas decisiones políticas clave» y, entre otras cosas, un «cambio de curso» en materia medioambiental y de cambio climático. Ideas no pactadas que no han hecho sino agrandar la creciente grieta entre los socios del tripartito. El SPD criticó la «fraseología neoliberal», mientras los ecologistas afirmaron que la propuesta es «una cortina de humo» y que lo que tiene que hacer el ministro «es preocuparse de los presupuestos».
Pero también desde la industria y el empresariado ha habido críticas contra Lindner. Tim Oliver Müller, gerente de la Confederación de la Construcción en Alemania, afirmó que la situación es demasiado seria como para convocar «actos simbólicos» en referencia a una cita a la que ha sido llamado por el ministro junto a los líderes de otros 22 sectores. «Dudo que alcancemos grandes cosas en una reunión de dos horas con 23 representantes de la economía», afirmó este martes Müller, quien considera que Lindner busca protagonismo convocando reuniones para la galería cuando «lo que hace falta ante la actual situación económica son actuaciones rápidas y consensuadas del Gobierno».
Alemania tiene actualmente las peores perspectivas económicas de todas las grandes naciones industrializadas. Existe la amenaza de un segundo año consecutivo de recesión, algo que solo ha ocurrido una vez en la historia, durante la posguerra. Lindner achaca esta situación al exceso de burocracia, los elevados impuestos, los altos precios de la energía y la actual política climática. Pero lo que también quiere Lindner es resucitar a su partido y devolverle peso político. Desde que está en el Gobierno como el menor de los tres socios, el FDP ha perdido electores y sufrido las renuncias de varios de sus parlamentos regionales tras desastres en las urnas. Su popularidad es tan baja que, de celebrarse comicios anticipados, actualmente no lograría representación en el Bundestag, según confirman absolutamente todas las encuestas desde hace ya meses.
«Una indiscreción»
Entre tanto, Lindner asegura que no estaba previsto publicar su informe con las polémicas propuestas, que se trata de un documento interno. «Yo no lo he puesto en circulación, sino que ha habido una indiscreción», asegura el ministro, quien, pasando al contraataque, afirmó que no debe justificarse «quien hace propuestas para sacar al país de la crisis», sino aquellos otros «que no hacen propuestas propias». El vicecanciller federal, ministro de Economía y dirigente de Los Verdes, Robert Habeck, había planteado, sin embargo, hace una semana crear un fondo financiado con deuda para un programa de relanzamiento económico, que Lindner rechazó como impracticable por problemas constitucionales y de legislación europea.
Scholz tiene previsto entrevistarse varias veces con Habeck y Lindner en los próximos días, por separado y quizás los tres juntos. Todos son conscientes de que su coalición es sumamente impopular y de que una ruptura de la alianza y un adelanto electoral supondrían una catástrofe para sus formaciones. Los últimos sondeos sitúan al SPD con un 16 % de votos, un hundimiento histórico. Han caído hasta el tercer puesto de la clasificación de partidos, adelantados por los conservadores de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU), con un 32 % de sufragios potenciales, y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), con un 18 %. Pero también sus socios sufren de impopularidad. Los Verdes rondan un pobre 11 % y los liberales un 3 % o 4 % que los deja sin diputados en la Cámara Baja.