Netanyahu blinda la coalición ultra de su Gobierno con la destitución de Gallant

Mikel Ayestaran ESTAMBUL / COLPISA

INTERNACIONAL

Protestas en Israel contra el cese de Yoav Gallant.
Protestas en Israel contra el cese de Yoav Gallant. Ronen Zvulun | REUTERS

El exministro dice que fue cesado por exigir que los ultraortodoxos vayan a filas

06 nov 2024 . Actualizado a las 23:26 h.

Israel Katz se reunió este miércoles con el jefe del Ejército, Herzi Halevi, en su primer movimiento como nuevo ministro de Defensa de Israel. Mientras el mundo miraba a las elecciones de Estados Unidos, Benjamin Netanyahu tenía un ojo puesto en la victoria de su «amigo de verdad» Donald Trump y otro en la destitución de Yoav Gallant, hasta el martes responsable de la cartera con quien ha comandado los múltiples frentes abiertos desde el 7 de octubre del 2024.

El primer ministro sacrificó al responsable de Defensa para no poner en peligro la estabilidad de su coalición de gobierno con ultraortodoxos y ultranacionalistas sionistas. Netanyahu apeló a una «crisis de confianza» para acabar con un Gallant que compareció ante los medios e insistió en su despedida en que «la seguridad de Israel ha sido la misión» de su vida. El ex miembro del Gabinete dijo que la destitución se debió a su firmeza a la hora de exigir que los hombres ultraortodoxos fueran llamados a filas, su defensa del acuerdo en Gaza para traer de regreso a los rehenes y su insistencia sobre la necesidad de poner en marcha una comisión estatal de investigación sobre el ataque de Hamás del 7 de octubre.

Netanyahu no quiere problemas con sus aliados ultraortodoxos, claves para mantener el Gobierno y la mayoría parlamentaria. No está dispuesto a parar la guerra para liberar a los cautivos, algo en lo que insisten los ministros ultranacionalistas, y tampoco está interesado en una investigación que aborde el ataque más grave de la historia del Estado israelí. El dirigente del Likud sacrifica a Gallant para asegurar su puesto y a partir de ahora se siente reforzado por la victoria de Trump, cuya agenda en Oriente Medio será la que dicte el aliado israelí, como lo fue durante su primer mandato.

La decisión de Netanyahu provocó una fuerte oleada de protestas en diferentes ciudades del país, pero estas movilizaciones han comprobado desde hace meses que, por muy masivas que sean, no sirven para hacer cambiar de opinión al primer ministro. Respeto a los secuestrados por Hamás, Gallant recordó a Netanyahu que «quien muera entre los rehenes nunca podrá ser devuelto. No hay ni habrá nunca expiación por su abandono [...] Se convertirá en una marca de Caín en la frente de la sociedad hebrea y en aquellos que están liderando este camino equivocado».

Protestas de las familias

Miles de personas volvieron a echarse a las calles siguiendo la llamada del Foro de las Familias. Este organismo que concentra a los allegados de los rehenes, emitió un comunicado en el que expresó su «profunda preocupación» por el adiós de Gallant, «y cómo este cambio repentino podría afectar el destino de 101 rehenes retenidos por terroristas de Hamás en Gaza». Las familias pidieron a Katz «priorizar un acuerdo para asegurar la liberación inmediata de todos».

Cohetes desde el Líbano

El cambio al frente de Defensa se produjo en una nueva jornada de ataques con cohetes desde el Líbano. Se cumplieron cuarenta días desde del asesinato de Hasán Nasralá en Beirut, y Hezbolá marcó esta fecha sagrada para los musulmanes con una agresión que llegó a las inmediaciones del aeropuerto de Tel Aviv. Esto hizo que algunos medios israelíes exigieran a los militares golpear en el aeródromo de Beirut, que sigue operativo pese a los bombardeos diarios en el sur de la capital. La única compañía que opera es la MEA, la nacional libanesa, y en múltiples ocasiones los aviones despegan y aterrizan entre los enormes hongos de humo que emergen de las zonas atacadas.

Ya son más de 3.000 los muertos en el Líbano desde que Hezbolá comenzó el hostigamiento diario contra el norte de Israel tras los ataques de Hamás del 7 de octubre, la gran mayoría en las últimas semanas, tras el inicio de la invasión terrestre. En las últimas veinticuatro horas los ataques israelíes acabaron con la vida de al menos 30 personas en Baalbek, al este, cerca de la frontera con Siria.