Detenido un uzbeko vinculado a Kiev por el asesinato del general ruso Kirílov
INTERNACIONAL
Moscú avanza en todos los frentes mientras Zelenski confía en la diplomacia
18 dic 2024 . Actualizado a las 20:11 h.De 29 años, nacionalidad uzbeka y contratado por Kiev. Son los detalles que afloraron ayer por parte del Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso sobre el autor del atentado que acabó el martes con la vida del general Igor Kirílov, acusado por Kiev de utilizar armas químicas en Ucrania, y que fue detenido en Moscú en un momento de especial delicadeza en la guerra entre los dos países iniciada hace casi tres años.
Según un comunicado del FSB, el joven, cuyo nombre no ha trascendido, fue reclutado por la Inteligencia ucraniana con la promesa de un pago de 100.000 dólares y una residencia en un país europeo a cambio del encargo. Él mismo habría confirmado la tesis de la captación por parte de Kiev y funcionarios de la Administración de Volodímir Zelenski aseguraron a la BBC que procedieron de aquella manera al considerar a Kirílov «un objetivo legítimo» a eliminar.
Con la excusa de este atentado, Moscú se arrogó el derecho a su invasión ilegal de Ucrania. «Entendemos perfectamente quién es nuestro enemigo y [el asesinato de Kirílov] solo demuestra que nos asiste la razón en el marco de la operación militar especial», pronunció el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La coyuntura de la guerra se complica para Ucrania. La operación lanzada sobre la región rusa de Kursk no ha tenido el efecto esperado, y las autoridades ucranianas temen el colapso del frente del este, donde ayer el Ministerio de Defensa ruso anunció la toma de otras dos localidades en la región de Donetsk. Kiev además se ha retirado de Sontsivka y la aldea de Novyy Komar en dicha región.
El ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, afirmó ayer que Ucrania solo tiene el control «de entre el 25 % y el 30 % de Jersón, Donetsk y Zaporiyia», donde también se han registrado amplios ataques en los últimos días, y tan solo «el 1 % de Lugansk», lo que evidenciaría la posición de debilidad del Ejército ucraniano, que además tiene que hacer frente a las pequeñas incursiones en la región de Járkov y a los constantes ataques con drones a la capital.
Confiar en la diplomacia
El mismo Zelenski aclaró en una entrevista con Le Parisien que las Fuerzas Armadas de Ucrania son «incapaces» de retomar el control de Crimea y el Dombás y que la oportunidad que resta es trabajar una negociación que se espera cercana, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no tiene interés en seguir suministrando armas a Kiev.
«Estos territorios están ahora controlados por los rusos. No tenemos la fuerza para devolverlos. Solo podemos contar con la presión diplomática de la comunidad internacional para obligar a [el presidente ruso Vladimir] Putin a sentarse a la mesa de negociaciones», señaló el presidente ucraniano al rotativo francés. Zelenski matizó, no obstante, que no «renunciará» a la soberanía de esos territorios, básicamente porque se lo prohíbe la Constitución de su país.
La OTAN busca reforzar a Ucrania para una posible negociación con Putin y Trump
En la OTAN y en la Unión Europea comienzan a estar convencidos de que la guerra de Ucrania se acerca a un final forzado a la negociación. Por ello, el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, celebró ayer una reunión con Volodímir Zelenski y otros líderes europeos. De especial urgencia para anticipar maniobras antes de que Trump tome su asiento en la Casa Blanca.
El propio Rutte aseguró que en el encuentro se debatió «todo lo que tiene que ver con Ucrania en este momento y cómo poner fin a todo esto». Además, señaló que el objetivo no es discutir propuestas de paz, sino catapultar a Kiev a la posición más fuerte posible ante esa posible negociación forzada. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, agregó que espera avances «sustanciales» a principios del 2025 para integrar a Ucrania en la UE.
Una fase «decisiva»
El canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró por su parte que «nos encontramos en una fase decisiva para acabar con la guerra» y reseñó que en las futuras conversaciones con Moscú, «la soberanía de Ucrania» será «central» y exigió «que no se la someta a una paz por dictado». «No puede haber una decisión tomada por encima de las cabezas de los ucranianos», esgrimió.