Bayrou mantiene la reforma de las pensiones en Francia pero se abre a posible cambios
INTERNACIONAL
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Los socialistas no aclaran si votarán la moción de censura, a pesar de que el primer ministro no satisfizo la mayoría de sus exigencias
03 feb 2025 . Actualizado a las 21:48 h.El primer ministro francés, François Bayrou, presentó este martes a los diputados las líneas generales de su proyecto político. Previamente, para evitar una moción de censura, multiplicó las negociaciones con los socialistas al mismo tiempo que evitaba molestar a sus aliados conservadores.
Los puntos esenciales de su programa son la «estabilidad» y el fin del «sobreendeudamiento». Recordó a todos que Francia nunca ha estado tan endeudada como ahora desde la Segunda Guerra Mundial, y provocó los abucheos de parte del hemiciclo cuando afirmó que «todos los partidos que han gobernado, sin excepción, tienen una responsabilidad en la situación» actual. «Es una espada de Damocles sobre nuestro país y nuestro modelo social», insistió.
Según Bayrou, este clima de inestabilidad «es tanto más grave cuanto que hemos pasado del mundo del Estado de derecho al de la fuerza», en referencia a la agresión de Rusia a Ucrania, al dominio «económico, estratégico y militar» de China y a las amenazas potenciales para la geopolítica internacional que representa Donald Trump.
Comenzó su discurso de política general con una nota de humor, reconociendo que su Gobierno presenta una «ventaja considerable» porque no hay nadie en la Asamblea que considere que su posición es envidiable y, además, 84 % de franceses piensan que no va a durar un año, y por eso se pregunta «dónde encuentran el 16 % restante la fuente de su optimismo».
Vital para las cuentas
La parte más esperada de su intervención era la referencia al futuro de la reforma de las pensiones. Los socialistas habían exigido al menos la suspensión mientras se negocia otra ley, mientras que los conservadores presionaban para que la reforma siga su curso. Finalmente, el primer ministro defendió la aplicación de la reforma por considerar que es «vital» para las cuentas del país ya que el Estado está obligado a pedir prestado cada año entre 40.000 y 45.000 millones de euros para compensar el déficit que genera el sistema de pensiones, que «representan el 50 %» de la deuda acumulada.
Pero Bayrou no hizo oídos sordos a las peticiones de los socialistas, y anunció que va a poner este tema en el orden del día para que a partir del viernes y durante tres meses, los interlocutores sociales discutan la mejora de la ley de pensiones.
«Voy a pedir al Tribunal de Cuentas que nos dé una imagen precisa del estado actual de la financiación del sistema de pensiones» y, a partir de ahí poder buscar «una nueva vía de reforma, sin tótems ni tabúes, ni siquiera el de la edad de jubilación». El único requisito que exige es que no deteriore el equilibrio financiero. Entretanto, «seguirá aplicándose la reforma actual», aseguró.
El presidente del Grupo Socialista, Boris Vallaud, dejó planear la duda sobre si apoyarán un voto de censura. No obstante, el secretario general del PS, Olivier Faure, advirtió que «Vamos a censurarlo si no hay una respuesta clara sobre las pensiones». El líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, acusó al PS de poner «de rodillas» la coalición de izquierdas al negociar con el Gobierno a cambio de concesiones «grotescas».
Los ecologistas, junto a los insumisos y comunistas mantienen la moción de censura al Gobierno, pero François Bayrou se salva porque Jean-Philippe Tanguy, en nombre de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, le acusa de «mentir en todo», pero van a optar por salvar al Ejecutivo.