El heredero político de Mujica asume el poder para la izquierda en Uruguay
INTERNACIONAL

Orsi afronta los retos de la pobreza y la inseguridad con un Congreso dividido
02 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Tras varias idas y venidas por las cambiantes condiciones meteorológicas, las autoridades encargadas del traspaso de mando de Uruguay dispusieron hacerlo donde originalmente se había planteado, en la plaza de la Independencia de Montevideo, «priorizando la fiesta de la democracia y la libertad». Allí, el presidente electo, Yamandú Orsi —heredero político del expresidente Pepe Mujica—, recibió la banda presidencial de parte del saliente Luis Lacalle Pou.
Los actos dieron comienzo en el Palacio Legislativo, donde Orsi, y su vicepresidenta, Carolina Cosse, juraron ante la Asamblea General. Orsi, dirigente del Frente Amplio (FA), asumió el mando de manos del centroderechista Lacalle Pou bajo la atenta mirada de las distintas delegaciones extranjeras, autoridades nacionales e invitados especiales, el mismo día en que se cumplen 40 años del fin de la dictadura y al mismo tiempo que da comienzo el carnaval más largo del mundo.
En el acto participaron el presidente de Brasil, Lula da Silva, el de Chile, Gabriel Boric, y el colombiano Gustavo Petro, con los que Orsi comparte cierta afinidad ideológica, y con los que cenó la noche anterior. También estuvieron en la ceremonia, el rey de España, Felipe VI, y los presidentes de Guatemala, Honduras, Panamá, Bolivia, Paraguay y República Dominicana. El primer mandatario argentino, Javier Milei, se excusó por la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, pero quien sí estuvo fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el peronista Axel Kicillof.
Durante este mandato, el Frente Amplio tendrá que lidiar con retos como la inseguridad y la pobreza en el país. «Voy a ser el presidente que construya una sociedad más integrada. No hay infancias pobres sin adultos pobres; garantizaremos el sustento de las familias», sostuvo Orsi en el discurso posterior al juramento. Después de cinco años en la oposición y de haber gobernado el país entre el 2005 y el 2020, empieza un nuevo ciclo progresista que enfrenta nuevos retos.
En lo económico, el Gobierno deberá aumentar el crecimiento y no incrementar el déficit fiscal. También tendrá que hacer frente a la que las encuestas señalan como la mayor preocupación de los ciudadanos, la inseguridad y la delincuencia vinculada al narcotráfico. Otro desafío importante son las relaciones internacionales y el acceso a los mercados de este país de matriz agropecuaria.
Orsi, de 57 años, fue profesor y alcalde de Canelones, el departamento más grande del país, durante 10 años. En las elecciones de fines del 2024, el FA logró imponerse a la Coalición Multicolor en segunda vuelta. Ninguna de las dos formaciones quedó con mayoría en la Cámara Baja, pero el FA obtuvo 16 de los 30 asientos para senadores, y eso, según Orsi, lo sitúa mejor para gobernar. Como mandatario de izquierda, y a diferencia de sus antecesores, Jose Mujica (2010-2015) y Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020), el dirigente de izquierda tiene el desafío de lidiar con un Congreso dividido donde solo controla el Senado, y con una Cámara de Diputados donde irrumpieron actores políticos antisistema.