
Moscú ha sido incapaz de detener durante la última semana el avance ucraniano en la región
28 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Las fuerzas ucranianas han avanzado hacia el interior de la región rusa de Bélgorod y están atacando la logística enemiga en una operación transfronteriza que Moscú ha sido incapaz de detener durante la última semana, pese a haber desviado reservas a la zona. Mientras que Kiev y sus líderes militares se mantienen en silencio, las informaciones procedentes del frente confirman que esta incursión ya excede en escala a los asaltos previos de carácter limitado que fueron lanzados contra la zona.
Sin embargo, los objetivos parecen ser más modestos que los de la ambiciosa invasión de la limítrofe región de Kursk en verano.
Hace ya más de una semana que las tropas ucranianas cruzaron la frontera con Bélgorod, estableciendo una presencia aproximadamente diez kilómetros al sur del territorio que todavía defienden en Kursk tras una retirada parcial en esa región.
Según la plataforma de análisis ucraniana DeepState, que proporciona actualizaciones del frente con una demora de pocos días, la zona de hostilidades en Bélgorod abarca al menos 13 kilómetros cuadrados, alrededor de las localidades de Demidovka y Popovka.
El estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) apunta a que el área de operaciones podría ser bastante mayor y que los ataques ucranianos podrían estarse produciendo a lo largo de una franja fronteriza de 12 kilómetros, limitada por el sur por la localidad de Prilesie.
Pequeños grupos de infantería
Los blogueros militares rusos informan de que las fuerzas ucranianas están atacando con pequeños grupos de infantería, apoyados ocasionalmente por vehículos de combate blindados y por equipamiento de ingeniería, que les ha permitido traspasar la primera línea de defensa rusa. Hasta ahora, los ucranianos han penetrado unos 2,5 kilómetros en territorio ruso. «Esto les permite operar bajo la protección de su artillería y de los drones kamikaze posicionados en la parte ucraniana de la frontera», explicó el analista militar Oleksandr Kovalenko en un análisis para el grupo Resistencia Informativa.
El grupo Requiem de las Fuerzas de Operaciones Especiales ucranianas publicó este jueves un vídeo que muestra supuestamente ataques exitosos con drones contra infantería rusa, así como contra cuatro sistemas lanzacohetes múltiples BM-21 Grad, cinco coches, dos tanques y equipos de reparación en Bélgorod.
Las autoridades locales informan de que el 96 % de los 13.800 habitantes del distrito de Krasnoyaruzhski han sido evacuados debido a los combates y el gobernador de la región rusa, Viacheslav Gladkov, describió este jueves la situación como «tensa».
Una lucha por la iniciativa
De acuerdo con DeepState, la operación de Bélgorod imita los esfuerzos actuales de Rusia por penetrar en la región ucraniana de Sumi y tiene como meta impedir que Moscú tome por completo la iniciativa en la zona.
Kostiantin Mashovets, un coronel en la reserva y analista del Grupo Resistencia Informativa, señaló que Rusia se ha visto obligada a retirar algunas unidades de las regiones ucranianas de Donetsk y de Járkov para reforzar sus defensas en Bélgorod. «El mando ruso no tiene otro remedio que redireccionar algunas de sus reservas a este nuevo frente», observó.
Kovalenko sugirió que los líderes ucranianos probablemente aspiran a establecer un «cordón sanitario» de entre 5 y 10 kilómetros de profundidad en territorio ruso para alejar a las fuerzas rusas del suelo ucraniano.
«Las fuerzas ucranianas no entrarán más adentro, para evitar los retos logísticos que finalmente socavaron la operación de Kursk», predijo el analista, que añadió que en el futuro podrían darse incursiones similares en otras zonas fronterizas.
Erosionar la posición de Rusia en las negociaciones
El momento elegido para la operación apunta a unas ambiciones que van más allá de la protección de la región de Sumi, argumentó Kovalenko, insinuando que un objetivo puede ser arrojar dudas sobre las capacidades de Moscú durante las conversaciones que está manteniendo con EE.UU.
«Rusia difícilmente puede dar a nadie ultimátums creíbles mientras sus fuerzas siguen fracasando a la hora de impedir otra operación más en su propio territorio», enfatizó el analista.
Ucrania también ha intensificado sus ataques contra las infraestructuras en la zona, destruyendo al menos dos puentes situados a varios kilómetros de la zona de combate, según fuentes rusas, lo que acrecienta las dificultades de Moscú.
Esta táctica refleja las fases iniciales de la operación de Kursk, cuando Ucrania bombardeó puentes esenciales para obstaculizar la logística rusa.
Los analistas ven en ello prueba adicional de que Kiev podría estar planeando una presencia más duradera en Bélgorod, en contraste con las breves incursiones realizadas en el 2023 y el 2024.