El «Día de la Liberación» deja tiritando las cuentas corrientes de los amigos de Trump
INTERNACIONAL

El más afectado fue Mark Zuckerberg, que en 24 horas perdió el 9 % de su fortuna
04 abr 2025 . Actualizado a las 22:50 h.Apenas han pasado tres meses desde la imagen de Elon Musk, propietario de Tesla y X; Jeff Bezos, fundador de Amazon; Sundar Pichai, CEO de Alphabet (la matriz de Google); y Mark Zuckerberg, fundador de Meta, vestidos de traje y con corbata en el Capitolio de Estados Unidos durante la ceremonia de investidura de Donald Trump como presidente. Aquel 20 de enero, todo eran sonrisas y buenas caras con el jefe de la Casa Blanca. Ahora, casi 75 días después, los gestos se tuercen y sus cuentas corrientes se resienten.
Tras el pago de un millón de dólares, estos líderes se sentaron en primera fila en la ceremonia de investidura y, además, tuvieron un encuentro privado con Trump en Mar-a-Lago, la residencia privada del 47.º presidente de los Estados Unidos. Estos empresarios realizaron estas donaciones para asegurar un trato favorable de la nueva administración respecto a sus intereses.
Las primeras medidas de Trump desde el Despacho Oval favorecieron el negocio de los gigantes tecnológicos. Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta, pues las decisiones del mandatario han causado un fuerte impacto en sus fortunas.
Toda acción tiene su reacción y, en bolsa, esta reacción a menudo puede ser desproporcionada. En la sesión del jueves, Wall Street perdió 2,5 billones en valor. Solo Apple redujo su valoración en 320.000 millones de dólares, la misma cifra que España ha gastado en pensiones en el último trienio.
Las grandes fortunas estadounidenses vieron cómo sus cuentas cerraban la jornada con miles de millones menos que al inicio del día. Musk perdió 11.000 millones, mientras que Jeff Bezos terminó con 15.900 millones menos en sus cuentas. Pero el más afectado fue Mark Zuckerberg, quien perdió el 9% de su fortuna, es decir, 17.900 millones de dólares en una sola jornada. Solo Carlos Slim vio aumentar su cuenta corriente ese día en 2.950 millones.
En total, desde aquel 20 de enero, Musk ha perdido ya más de 142.000 millones de dólares y Bezos, unos 25.000 millones.
El fantasma de la recesión siembra el pánico en las bolsas de todo el mundo
El tsunami de ventas se llevó por delante en dos días 47.500 millones del Ibex
Ana Balseiro
El dinero es miedoso, tolera mal la incertidumbre. Y precisamente el miedo a que la guerra comercial declarada por Donald Trump desencadene una recesión global sembró este viernes el pánico en las bolsas mundiales. Los mercados no comparten la optimista visión del presidente estadounidense, que en una analogía médica, aseguraba en la noche del jueves que el paciente (Estados Unidos) había sido intevenido con éxito en el Día de la Liberación y se recuperaba bien. Lo afirmó tras una primera jornada convulsa en las bolsas, con los índices americanos teñidos de rojo, en una reacción de clara desconfianza hacia su agresiva política comercial. Lejos de la interpretación de Trump, el miedo no solo no amainó hoy, sino que se agudizó, provocando un tsunami de ventas en todas las plazas de Asia, Europa y América.
La volatilidad extrema se contagió a todos los mercados en un viernes negro en el que los principales índices mundiales registraron sus pérdidas más abultadas desde la pandemia, hace cinco años.
Es el caso del selectivo español, que no pudo mantener la serenidad de la víspera, cuando —con una caída del 1,19 %— fue el mercado europeo menos castigado. Hoy las tornas cambiaron, y el Ibex 35 cerró cediendo casi un 6 % (el 5,83 % concretamente), que en algunos momentos de la jornada rebasó de largo el 6 %, como cuando en el medio día China anunció su contraataque arancelario frente a las tasas de Estados Unidos.
En los dos días que han pasado desde que Trump declarara la guerra comercial al mundo, en el parqué nacional se esfumaron prácticamente 47.500 millones de capitalización bursátil, es decir, de valor de las empresas que cotizan en el Ibex.
¿Por qué el castigo a la banca?
La banca está siendo el sector más castigado. ¿El motivo? Básicamente, que las entidades financieras ganan más cuanto más altos están los tipos de interés, pero una recesión —como la que parece que los mercados descuentan que provocará la política arancelaria de Trump— obligará a los bancos centrales a bajarlos, como modo de estimular el crecimiento económico (pese al inminente riesgo inflacionario). A ello se suma también, como señalan los analistas de Barclays, que aunque los bancos no sufran el impacto directo de la subida de los gravámenes comerciales, sí están expuestos a cada industria que los padecerá.
En cualquier caso, esa tormenta perfecta del miedo volatizó nada menos que 22.730 millones de euros de la capitalización bursátil de los bancos españoles, que registraron caídas medias de en torno al 10 %.
Banco Sabadell fue el que mayor cataclismo soportó, con unas pérdidas del 11 % que dejan su cotización en 2,30 euros. Le siguieron Unicaja (-10,5 %) y CaixaBank (-10,6 %), mientras que BBVA y Bankinter se dejaron más de un 9,3 %, y Santander —coincidiendo con su junta general de accionistas— perdió un 8,7 %,.
Ni las buenas cifras de creación de empleo en Estados Unidos (228.000 puestos de trabajo, rebasando los 150.000 previstos), que se conocieron a media sesión, consiguieron templar el ánimo de los inversores. La apertura de Wall Street, ya teñido de rojo, no hizo más que agudizar el miedo en Europa.
Así, el resto de plazas europeas también registraron abultados retrocesos. Milán perdió un 6,53 %, mientras que Fráncfort y Londres cedieron prácticamente un 5 % y París cerró conteniendo algo las pérdidas: en el 4,26 %.
¿Será una corrección pasajera, como sostienen desde la administración estadounidense? Indicadores adelantados de recesión global, como el precio del petróleo, parecen indicar lo contrario, es decir, que el dinero saldrá de la bolsa y buscará refugios más seguros. Eso explica, por ejemplo, el repunte de la renta fija, ya que los inversores se ponen a cubierto comprando bonos, que, en consecuencia, bajan su rentabilidad. El interés del bono estadounidense a diez años ha caído por debajo del 4 %, mientras que el alemán —principal referencia en Europa— ha retrocedido 15 puntos, hasta el 2,49 %.
Paralelamente, también el dólar continua depreciándose frente al dólar y Wall Street seguía teñido de rojo. A media sesión, su principales índices, el Dow Jones y el tecnológico Nasdaq, cedían respectivamente un 4 % y un 5 %.