Aumentan a 80 los muertos en los bombardeos de EE.UU. contra un puerto petrolero usado por los hutíes en Yemen
INTERNACIONAL

Los rebeldes califican de «crimen de guerra» el ataque que ha arrasado la terminal de Ras Issa, en un golpe al contrabando de crudo
19 abr 2025 . Actualizado a las 12:15 h.El bombardeo perpetrado por Estados Unidos contra el puerto petrolero de Ras Issa, en el mar Rojo, deja un balance de 80 muertos y 150 heridos. La ofensiva se ha desarrollado entre la noche del jueves y la madrugada de este viernes, según el Comando Central de EE.UU., con el objetivo de destruir una terminal en la provincia de Hudeida que los rebeldes hutíes utilizaban supuestamente con fines militares y económicos.
Según la cadena Al Masirá, vinculada a los hutíes, testimonios de testigos presenciales apuntan a que el Ejército estadounidense habría bombardeado la zona en hasta catorce ocasiones. En las imágenes difundidas del ataque se puede observar varias explosiones e instalaciones en llamas.
La operación ha sido llevada a cabo por la flota aeronaval que el Pentágono mantiene desplegada frente a las costas yemeníes para proteger el tráfico comercial en el estrecho, amenazado por los insurgentes desde que Israel comenzó la ofensiva en Gaza. Hace una semana, EE.UU. ordenó el envío de un segundo portaviones a la región. Desde el 15 de marzo, por orden de Donald Trump, el Ejército ha desarrollado una campaña de bombardeos intensiva para minar las posiciones hutíes frente al mar Rojo.

La de esta madrugada ha sido una de las más graves del último mes. Los rebeldes aseguran que se trata de un «crimen de guerra» y que su objetivo ha sido destruir una «instalación civil vital que ha servido al pueblo yemení durante décadas, con el fin de impedirle recibir suministros esenciales y castigarlo por su postura justa y equitativa en apoyo del oprimido pueblo palestino». «Esta agresión completamente injustificada representa una flagrante violación de la soberanía y la independencia del Yemen y un ataque directo a todo el pueblo yemení», han afirmado en un comunicado.
Ras Isa, Al Hudeida y Salif son los tres puertos petrolíferos de la región más importantes. La terminal atacada recibe un 70 % de todas las importaciones, pero también por ella circula el 80 % de la ayuda humanitaria que entra en la deprimida Yemen, según la ONU. La versión de Washington es diferente. El puerto, afirma el Pentágono, es utilizado por los insurgentes para el comercio ilícito de petróleo con el que financiarían sus «actividades terroristas».
De acuerdo con el Comando Central, las tropas han tomado con el bombardeo «medidas para eliminar esta fuente de combustible» y privar a los rebeldes de los «ingresos ilegales que han financiado sus esfuerzos para aterrorizar a toda la región durante más de diez años». De momento, el trasiego de equipos de salvamento y de bomberos es constante en torno a la terminal, donde todavía siguen activos varios incendios, según las imágenes difundidas por los rebeldes.
El ataque se ha producido horas después de que el Departamento del Tesoro de EE.UU. decidiera sancionar al Banco Internacional de Yemen y a tres de sus principales ejecutivos: el presidente, Kamal Husain al Yebry; el gerente ejecutivo, Ahmed Thabit Noman al Absi; y el gerente adjunto, Abdulkader Alí Bazara. El Gobierno de EE.UU. ha tomado esta medida tras considerar que la entidad financiera, ubicada en la capital yemení, Saná, está controlada por los hutíes y «respaldada por Irán», y desde ella los rebeldes pueden acceder al mercado financiero mundial para comprar petróleo. Se trata de la segunda operación de este tipo del Departamento del Tesoro, que en enero ya sancionó al Banco Yemen-Kuwait para el Comercio y la Inversión.