El Ejército israelí admite «errores» en el asesinato de 15 paramédicos y destituye a un subcomandante
INTERNACIONAL

Los cuerpos estaban enterrados en una fosa común, junto a sus vehículos destrozados
20 abr 2025 . Actualizado a las 21:44 h.El Ejército israelí admite por primera vez «malentendidos operativos» y «errores» en el asesinato de 15 paramédicos, rescatistas y personal de la ONU en Gaza el pasado 23 de marzo, afirmando que la «mala visibilidad» llevó al subcomandante de un batallón a no reconocer las ambulancias en las que viajaban, por lo que anunció la destitución de dicho oficial y una amonestación a su superior.
Los cuerpos de los atacados fueron descubiertos días después del tiroteo, enterrados en una fosa común de arena junto a sus vehículos destrozados. La ONU afirmó que habían sido asesinados «uno a uno» . Israel afirmó inicialmente que los vehículos no tenían las señales de emergencia activadas cuando las tropas abrieron fuego, pero posteriormente se retractó tras la grabación del teléfono de uno de los médicos que contradijo esta versión.
Durante un encuentro con la prensa internacional, el general de división Yoav Har Even, a cargo de la investigación, atribuyó al «estado mental» de las tropas los tres ataques consecutivos contra varias ambulancias, un camión de bomberos y un vehículo de la ONU.
En un resumen de la investigación castrense de lo ocurrido ese día en Rafah, cuyas conclusiones se remitirán a la Fiscalía israelí, se explica que hubo varios tiroteos israelíes contra el convoy atacado, en el que viajaban miembros de la Media Luna Roja y de Defensa Civil de Gaza, entre los que el Ejército insiste en que había seis milicianos de Hamás.
El informe detalla que se produjo un primer tiroteo «contra vehículos de Hamás» y un segundo —una hora después— contra ambulancias y un coche de bomberos que se dirigieron al lugar, al evaluar el subcomandante que estos vehículos también eran de Hamás, lo que le causó una «sensación de amenaza» y ordenó abrir fuego.
Un tercer ataque tuvo lugar 15 minutos después, cuando llegó un vehículo de la ONU que fue también tiroteado, debido, según el informe, a «errores operativos que incumplían las normas». Uno de los muertos ese día era un miembro de la ONU.
«La investigación determinó que el fuego en los dos primeros incidentes se debió a un malentendido operativo por parte de las tropas, que creían que se enfrentaban a una amenaza tangible de las fuerzas enemigas. El tercer incidente implicó una infracción de las órdenes durante un combate», añade.
El informe indica que, al amanecer del día siguiente al ataque, «se decidió recoger y cubrir los cadáveres para evitar más daños y despejar los vehículos de la ruta en preparación para la evacuación de civiles», así como triturar sus vehículos, y concluye que esto último fue un error. El texto niega que se tratara de ocultar el suceso, que fuera una ejecución y que los cuerpos estuvieran maniatados.
Ante estas conclusiones, el Ejército ha decidido destituir al subcomandante de la Brigada 14 del Batallón de Reconocimiento Golani, «debido a sus responsabilidades como comandante de campo en este incidente».