La inmigración copa el encuentro en Roma entre Vance y el cardenal Parolin

Darío Menor ROMA / COLPISA

INTERNACIONAL

Vance, acompañado por su familia, ayer con el secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, en Roma.
Vance, acompañado por su familia, ayer con el secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, en Roma. VATICAN MEDIA HANDOUT | EFE

El Vaticano manifiesta lo lejos que está su postura de la política de fronteras de la Administración Trump

19 abr 2025 . Actualizado a las 23:04 h.

El vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, se ha convertido en el político de referencia para los católicos conservadores de su país tras abrazar esta religión hace seis años y hacer desde entonces continuas ostentaciones de su fe. En un viaje que apuntala aún más su figura, la mano derecha de Donald Trump llegó el viernes a Roma para pasar allí con su familia la Semana Santa. Tras reunirse con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y participar en la celebración de la Pasión del Señor del Viernes Santo en la basílica de San Pedro, este sábado fue recibido por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.

El vicepresidente completará su peculiar Triduo Pascual romano participando en la misa del Domingo de Resurrección, en la que se espera que el papa pueda estar presente e impartir tras la lectura del mensaje pascual su bendición Urbi et Orbi, con la que concede la indulgencia plenaria (perdón de los pecados) a las personas que lo escuchan.

No está previsto que haya un encuentro entre Vance y Jorge Mario Bergoglio, que no se mordió la lengua a la hora de hablar de la política migratoria estadounidense. En el mensaje que mandó el pasado enero a los obispos estadounidenses criticó los «muros de ignominia» levantados por Trump, mostró su «desacuerdo» con las deportaciones de inmigrantes y pidió a los prelados de aquel país que se pongan del lado de los «vulnerables» e «indefensos». Estas divergencias entre Washington y la Santa Sede salieron a la luz en el encuentro entre Vance y Parolin, que hablaron sobre los «países marcados por la guerra, las tensiones políticas y las difíciles situaciones humanitarias», con una «particular atención» en los «migrantes, refugiados y prisioneros». El «intercambio de opiniones» sobre estos temas, según informó el Vaticano en una diplomática nota, refleja lo alejadas que están las posturas respecto a la política migratoria. De hecho, el comunicado incluye un reconocimiento al trabajo de la Iglesia católica local por su «precioso servicio a las personas más vulnerables», entre ellos los migrantes. El Vaticano, en cualquier caso, celebró las «buenas relaciones bilaterales» y la protección del derecho a la libertad religiosa y de conciencia existente en EE.UU.

La Casa Blanca informó de que Vance y Parolin hablaron sobre las comunidades cristianas perseguidas y acerca del «compromiso» de Trump por «restaurar la paz mundial». No mencionó, en cambio, que hablaran de inmigración.