El jefe de la Inteligencia israelí renuncia tras el intento de Netanyahu de cesarle
INTERNACIONAL

Ronen Bar asume su «responsabilidad» en el 7 de octubre por no prever la masacre y apela a la «independencia» del Shin Bet
30 abr 2025 . Actualizado a las 16:19 h.Benjamin Netanyahu ya tiene la cabeza que quería. Otra más. El jefe de la Inteligencia israelí, Ronen Bar, dejará el próximo 15 de junio su cargo tras asumir su «responsabilidad» en el fracaso del Shin Bet a la hora de prever los ataques que miles de milicianos palestinos perpetraron el 7 de octubre del 2023 sobre suelo hebreo, donde asesinaron a 1.200 personas y secuestraron a otras 250. «Todos los sistemas colapsaron», asumió el lunes. El anuncio llegó semanas después de que el primer ministro ordenara su cese y su gabinete lo aprobara por unanimidad. El martes revocó la medida en vista de que ya no era necesaria.
El proceso iniciado en marzo para la destitución del máximo responsable de Inteligencia, sin embargo, sigue adelante en los tribunales, donde acabó el asunto a petición de la oposición, cuyos líderes denunciaron la maniobra, ejecutada en plena investigación del Shin Bet sobre una presunta trama de corrupción que salpica al mandatario. Bar, de 59 años, ha decidido irse sin que el Supremo —ante el que declaró hace unos días— se haya pronunciado aún sobre la medida de Netanyahu de apartarle del puesto que ocupaba desde el 2021. «El cumplimiento de la responsabilidad en la práctica es una parte inseparable del ejemplo personal y el legado de nuestros líderes, y no tenemos legitimidad para liderar sin él», explicó sobre su marcha en un velado mensaje al dirigente hebreo, que ha tratado siempre de desviar la culpa en torno al 7 de octubre y de evitar una comisión que indagara sobre aquella sangrienta jornada.
El aún jefe de Inteligencia advirtió que «todos» aquellos que entonces fallaron en dar «protección» al pueblo israelí deberían ahora «inclinar la cabeza con humildad ante los muertos, los caídos, los heridos, los secuestrados y sus familias, y actuar en consecuencia». Y lanzó un aviso más: el proceso judicial sobre su despido no tiene nada que ver con su «caso personal» sino con la «independencia» de quienes en el futuro ocupen su puesto.
Pero lo cierto es que la renuncia de Bar es el último episodio de su relación con el primer ministro, que hacía tiempo que era tensa, no solo por la masacre del 2023 sino también por la guerra de Gaza, con decenas de secuestrados en manos de Hamás año y medio después. El responsable del Shin Bet criticó el intento de imponerle un «deber de lealtad personal», mientras que el mandatario alegó pérdida de «confianza» en su figura. Nunca antes había sido destituida la persona al mando de la Inteligencia hebrea.
Crisis interna
La decisión ha derivado en una nueva crisis interna para Netanyahu, con miles de personas en las calles para protestar por el cese. El Foro de las Familias de Rehenes mostró asimismo su apoyo a Bar tras tres décadas y media de «servicio» a Israel.
Las críticas a Netanyahu —a quien un informe de Inteligencia señala por supuestos pagos de Catar a varios de sus asesores— no paran de aumentar en el país, con la oposición al frente. También se escuchan en el ejército, donde unos 140.000 reservistas actuales y retirados han denunciado en varias cartas la ruptura de la tregua en la Franja de manera unilateral por el primer ministro, al que reclaman el regreso de los cautivos. Incluso la persona que iba a sustituir a Bar, Eli Sharvit, cuestionó al mandatario, lo que provocó que revocara su nombramiento apenas 24 horas después.