Pepe Mujica, entre la política y la filosofía: doce reflexiones de un gran estoico
INTERNACIONAL

En sus más de sesenta años de vida política entre la guerrilla, los despachos y la Presidencia de Uruguay, Mujica dejó una larga lista de frases célebres para historia y el recuerdo
14 may 2025 . Actualizado a las 08:59 h.El expresidente uruguayo José Mujica, que murió este martes en Montevideo a los 89 años, dejó a lo largo de su vida centenares de frases que quedaron para el recuerdo.
Estas son doce reflexiones que el exmandatario compartió con Efe en diversas entrevistas que brindó a la agencia en Montevideo:
- «Mi manera de vivir es consecuencia del proceso de mi vida. He peleado hasta donde es posible por la igualdad y la equidad de los hombres». (2013)
- «La gente no compra con plata, compra con el tiempo que tuvo que gastar para tener esa plata. No se puede despilfarrar ese tiempo, hay que dejarle tiempo a la vida». (2013)
- «El tiempo que viene es digital, es de dos idiomas, tiene una cantidad de cosas que no son de mi tiempo pero siempre dije que el mejor dirigente no es el que hace más, sino el que deja gente que lo supere con ventaja en el tiempo porque la vida y la lucha continúan». (2019)
- «Estoy viejo pero no destruido, la computadora de acá -señala su cabeza- me funciona por ahora, más o menos, y el cuerpo está achacoso pero es un lujo para la vida que he tenido, es maravilloso llegar a los 85 años y no estar lelo, subirse arriba del tractor y todo lo demás. De vez en cuando tengo calambres, dolor de rodillas y todas cosas de viejo pero yo debo de gritarle gracias a la vida». (2019)
- «Hay algo que se llama introspección, que se puede resumir en aprender a hablar con el que se lleva adentro. Ese personaje que no conocemos mucho porque qué difícil es aquello de 'conócete a ti mismo'. Es muy útil hacer balances en la vida vistos desde una perspectiva lejana cuando el tiempo ha pasado y nos vamos a sorprender que aprendemos y conocemos cosas que no habíamos visto de nuestro propio andar». (2019)
- «Yo soy una especie de campesino frustrado, me gusta la tierra y me entretengo en eso. Otros tendrán otros divertimentos. Es una pequeña cosa para el mundo, pero grande para mí por mi manera de ser». (2022)
- «Yo sé que soy un viejo raro, algo así como un neoestoico. Para mí pobre es el que precisa mucho o, como dicen los aimaras, pobre es el que no tiene comunidad. Yo no estoy solo en el mundo, tengo muchos compañeros y qué más puedo pedir». (2022)
- «Le pido a la gente joven que no se sienta quebrada, que el verdadero triunfo en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae en todos los órdenes: en el laburo, en el amor y en la esperanza». (2024)
- «Si te consagrás en un pagador de cuentas por vivir a crédito y te comés todos los versos de la sociedad consumista, vas a ser muy útil para la acumulación de capital, pero no te va a quedar tiempo para vivir tu vida». (2024)
- «Para mí, la vida es la aventura de las moléculas. Venimos de la nada y vamos a la nada. La aventura es el cacho este que estamos vivos. Pero como es algo cotidiano no le solemos dar el valor que tiene y en realidad es la cosa más valiosa de todo lo que podemos tener». (2024)
- «La vida ha sido generosa conmigo, me pegó cada mamporro que dios me libre. Siete años sin libros y en una pieza como esta o más chica. Y salí vivo y llegué a presidente. ¡Qué más puedo esperar! (...) Tengo que dar gracias a la vida. Y el consejo para los jóvenes es que no se achiquen». (2024)
- «No hay cosa más importante que el amor, pero por lejos. Hay que reverenciarlo, hay que cuidarlo. Y cuando se es viejo, el amor sigue existiendo, pero ya no es la fogata que era, sino una dulce costumbre, un compañerismo, una forma de huirle a la soledad, que es tal vez es el mayor castigo». (2024).
Aborto, cannabis y matrimonio igualitario: tres leyes que marcaron el gobierno de Mujica
Las leyes de la despenalización del aborto, la regulación del cannabis para uso recreativo y el matrimonio entre personas del mismo sexo fueron los tres grandes hitos de la presidencia de José Mujica.
El 13 de noviembre de 2008, el primer presidente de izquierda de la historia de Uruguay y referente de la coalición Frente Amplio (FA) Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) vetó, por su objeción personal, la iniciativa que, aprobada por el Parlamento, buscaba despenalizar los abortos en el país. La decisión del renombrado oncólogo, rechazada a la interna de su fuerza política y celebrada por la Iglesia Católica, desató una ola de protestas de organizaciones feministas de un país donde, según sondeos, la mayoría de la población apoyaba su aprobación.
Sin embargo, ya desde su campaña hacia la Presidencia, el hasta marzo de 2008 ministro de Ganadería de Vázquez y líder del sector Movimiento de Participación Popular (MPP), José Mujica, prometió impulsar la denominada ley de interrupción voluntaria del embarazo.
La norma que legalizó el aborto hasta la duodécima semana de gestación por la sola decisión de la mujer siempre que se realizara bajo la supervisión del Estado fue aprobada en el Senado por diecisiete votos y cartorce en contra, y ratificada por Mujica ubicó al país a la vanguardia regional, solo por detrás de Cuba y Puerto Rico.
«Nadie puede estar a favor del aborto como cuestión de principios, pero hay un cuadro de mujeres que se ve en la amargura de tener que tomar esa decisión (...) y ese mundo vive en la clandestinidad (...) ahí hay vidas que se pierden. Ponerlo arriba de la mesa legalizándolo nos da la posibilidad de obrar», planteó el entonces mandatario.
A esta norma le siguió el 10 de abril de 2013 una ley impulsada por las organizaciones sociales LGTBI que colocó a Uruguay como el duodécimo país del mundo en regular la unión civil entre personas del mismo sexo y el segundo en Latinoamérica, después de Argentina.
«Parece que estamos descubriendo un fenómeno moderno, pero la realidad es que esto es más viejo que el agujero del mate -recipiente de la bebida típica rioplatense-. Hemos decidido aceptar la existencia de la realidad», argumentó.
Ese mismo año, rodeado de detractores que vaticinaban un caótico escenario de inseguridad y «narcoturismo», el que saltaría a la fama internacional por un estilo de vida sencillo que llevó a que la prensa lo denominara «el presidente más pobre del mundo» le pidió a la comunidad internacional que le permitiera impulsar el «experimento socio-político» de legalizar la marihuana.
«Estamos haciendo un experimento de vanguardia en el mundo entero», dijo refiriéndose a la ley de regulación del cannabis para uso recreativo con tres vías de acceso: autocultivo, clubes cannábicos y venta regulada en farmacias. La ley promulgada en diciembre de 2013 bajo su mandato, acaparó titulares y posicionó a Uruguay como pionero global en legalizar la marihuana para combatir el narcotráfico.
Una de las imágenes más recordadas fue la del 19 de julio de 2017, cuando, luego de negociaciones con los comerciantes que se oponían a la medida y de sortear las dificultades logísticas que trajo aparejadas, con largas filas esperando fuera, las farmacias uruguayas comenzaron a ofrecer los paquetes de marihuana legal que cerraron el círculo del proceso aprobado por ley en 2013.
Cinco años después, en diálogo con Efe, Mujica lamentaría que no se hubiera aprovechado la norma para dar pie además a la regulación del cannabis para uso medicinal.
«Pudimos haber explotado esa ley y habernos transformado en una vanguardia del uso medicinal de la marihuana, porque venían empresas de afuera como yuyos, pero le hicimos un juego de retención (...) en los engranajes burocráticos y ahora empezaron a producir marihuana para fines medicinales por varios lugares con o sin ley», reflexionó.